El río Paraná atraviesa una de las peores sequías en décadas
La baja en el caudal del agua impulsó una serie de incendios en la región y dificultó el transporte fluvial.
El río Paraná está en uno de sus puntos más bajos registrados en décadas debido a una temporada de sequía y temperaturas más altas de lo habitual en el sudeste de Brasil, Paraguay y el noreste argentino.
La baja en el caudal impulsa los incendios en el delta (intencionados y naturales) y dificulta el transporte fluvial.
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El satélite estadounidense Landsat 8 registró a principios de julio imágenes satelitales del río Paraná a la altura de la ciudad santafesina de Rosario. Comparando con imágenes del mismo mes pero de 2019, la diferencia entre la superficie cubierta por agua es abismal.
Para el 3 de julio, las mediciones del río cerca de Rosario era de 1 metro, una mejora en relación al mes anterior que alcanzó su punto más crítico con 80 centímetros.
"Mientras que el nivel de agua es el peor en los últimos 49 años, niveles más bajos eran más frecuentes en los 70", aseguró Andrés Antico, investigador del Conicet, al Earth Observatory de la Nasa.
Sin embargo, las sequías eran más frecuentes antes de la década de los 70 porque no existían represas que almacenaran agua para períodos bajos.
Impacto económico y ambiental
Como consecuencia de la sequía, el transporte fluvial fue afectado. Varias embarcaciones quedaron varadas y otras tuvieron que reducir su cargamento para poder navegar. El Mercado de Granos de Rosario esitimó en abril que se perdieron 244 millones de dólares por esta situación.
Por otro lado, los incendios se han convertido un constante dolor de cabeza para los rosarinos. La quema de pastizales intencionales terminaron cubriendo de humo la ciudad y generando gastos de millones de pesos para el Gobierno Nacional y de las provincias de Santa Fe y Entre Ríos.
Según un estudio de la Universidad de San Martín, se han detectado 3700 focos de calor, que pueden ser potenciales incendios, en la región.
"La cantidad de potenciales focos de incendio acumulados este año supera ampliamente los focos detectados durante los primeros semestres de los últimos nueve años", señala la investigación.
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