Equipos de salud trabajan contra la violencia obstétrica
Existen dos leyes que protegen los derechos de la mujer durante los controles prenatales, el parto y el posparto.
Profesionales de la salud cordobeses trabajan en pos de un parto humanizado y evitar la violencia obstétrica.
El doctor Augusto Ortiz, ginecólogo del Centro Médico Sant'Angelo, explicó que la violencia obstétrica es no respetar los derechos de la paciente desde los controles prenatales, parto, nacimiento y posparto, y aclaró que está ligado a no respetar los derechos de la mujer, consagrados en la Ley de Protección Integral de la Mujer y la Ley de Parto Respetado.
Esta ley, de acuerdo con Ortiz, garantiza los derechos de la paciente, no en contraposición con los derechos y obligaciones del médico, sino como un acuerdo entre médico y paciente. "Es una negociación en la que la paciente dice que quiere que se destaquen ciertos puntos en la atención de su parto o no. Eso enriquece la relación médico-paciente", expresó el ginecólogo.
"Considerar que una persona está más expuesta a la violencia obstétrica porque sea atendida por un hombre, creo que es un error. Es no reconocer la igualdad de género, porque en definitiva yo no sé si una mujer puede ser más o menos agresiva con otra mujer que el hombre, algunas dicen que es al revés", dijo Ortiz.
Además, aclaró que desde el punto de vista de abusos o maltrato, "hoy con la cantidad de identidades que tenemos que reconocer como géneros, separar hombres de mujeres no tiene sentido".
E indicó que sí "hay que instruir al personal, tanto al cuerpo médico como a todo el equipo de salud que participa en la atención de un nacimiento porque hay que reconocer que muchos no están preparados, desconocen la ley y las sanciones que pueden recibir por no cumplirla en la parte pública. No obstante, los mejores proyectos de maternidad segura y centrada en la familia surgieron de hospitales públicos", ponderó.
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