Gabriela, una voz que cautiva en la peatonal de Córdoba
La mujer canta desde hace más de dos años para pagar los tratamientos de su hijo Agustín. Este martes, la acompañó la banda de la Policía de Córdoba.
Quienes caminan por la peatonal de Córdoba suelen cruzarse a distintas personas que ya son figuras reconocidas del lugar. Tal es el caso de Gabriela, quien desde hace más de dos años canta en la esquina de 9 de Julio y San Martín.
Este martes 5 de enero, la banda de la Policía de Córdoba se acercó y, a modo de sorpresa, comenzó a tocar para acompañar su voz. Fue un momento emotivo, que generó alegría en todas las personas que estuvieron presentes.
En diálogo con Canal 10, Gabriela expresó cómo se sintió ante tan agradable gesto: "Muy feliz, contenta. No me lo esperé nunca. Fue una cosa que nunca voy a olvidar en mi vida".
El motivo por el que la cantante se instaló en la peatonal es un pedido de solidaridad: lo hace por su hijo Agustín, quien nació con una malformación y padece el síndrome de Jacobsen. Esto le genera dificultades de crecimiento y desarrollo.
Gabriela contó que Apross le cubre el 30% de los gastos de tratamiento, por lo que necesita un apoyo económico. Su voz le permite alcanzarlo. Día a día, cautiva con canciones a turistas, cordobeses y cordobesas que brindan su apoyo, tanto con un aplauso como con dinero.
En los últimos meses, debido a la pandemia, la situación de Agus se complicó y necesita, de manera urgente, férulas y un andador ya que el anterior le quedó chico. En ese marco, el gesto de la Policía de de Córdoba fue un cariño ciudadano muy oportuno.
"Yo quiero agradecer a la gente que es la que me brinda el apoyo y a todos los comercios que siempre me dan una mano", señaló Gabriela.
La idea desde la Policía de Córdoba
El comisario Claudio Castro, segundo jefe de la banda de música de la Policía de Córdoba, explicó al móvil de Canal 10 que la idea surgió de los compañeros de la banda de música.
Se acercaron sin decir nada y, de repente, comenzaron a tocar un tema de Gilda para que Gabriela lo cante. Ella, sorprendida, tardó unos segundos en caer y luego se prendió al ritmo.
"Fue un regalo para ella y su hijo, a modo de reyes magos", expresó Castro, quien también agradeció a los comercios por brindar la energía eléctrica para conectar los instrumentos.