La reserva hídrica de Villa Allende, entre las llamas y las disputas
Es uno de los principales focos de los incendios de la última semana. Vecinos piden ayuda y siembran sospechas sobre intereses inmobiliarios y el funcionamiento de una cantera.
Entre los incendios que desde el pasado fin de semana castigan a regiones ubicadas al centro y al norte de la provincia de Córdoba uno de los más activos es el que se ha extendido entre el denominado camino a San Fernando y las laderas al sudoeste del cerro Pan de Azúcar.
Las llamas, que se reavivaron en la madrugada del jueves, han consumido más de 7 mil hectáreas en una región donde predominan tierras bajo protección del actual ordenamiento de bosques nativos.
Se trata de una zona donde, mayormente, no están permitidos los desmontes ni la intervención para cambiar los usos del suelo. Es una extensa región en la que se ubican importantes reservas naturales, con reservorios de aguas esenciales para una decena de localidades.
Aloja especies autóctonas en riesgo de extinción. Entre ellas el horco quebracho, cuya existencia en la provincia ha sido casi extinguida.
La extensión verde sirve también como bisagra entre las localidades del corredor de Sierras Chicas (aquel que ha presentado el mayor crecimiento demográfico en las últimas dos décadas) y el valle de Punilla, centro turístico por excelencia de la provincia.
En el corazón de esa región se ubica la Reserva Hídrica Recreativa y Natural de Villa Allende. Distante a unos 30 kilómetros de la ciudad de Córdoba y a unos 10 de la ciudad de Villa Allende, se ubica en el camino S522 que une a esta ciudad con el paraje San Fernando.
Para los habitantes de la región se trata de un importante hito al que acuden vecinos de las ciudades cercanas con variadas finalidades: desde una salida recreativa hasta competencias en entornos naturales.
A pocos metros se ubica el basural donde se depositan los desperdicios de distintas ciudades ubicadas en torno al espacio.
A escasos metros se encuentra también la cantera de la empresa El Gran Ombú, que realiza extracciones a cielo abierto de material granítico y pétreo que luego se emplea en construcciones y caminos.
En las últimas dos décadas la Reserva y su entorno han sido objeto de disputas y controversias. En primer lugar la propia cantera decidió ampliar la extensión de su explotación. El plan afectó directamente el camino S522, que pasaría a estar incluida en una zona de restricción.
Desde inicios del año la vía se encuentra cerrada para el tránsito de terceros, lo que ha motivado denuncias y presentaciones por parte de colectivos vinculados a la defensa del medio ambiente.
Desde la municipalidad de Villa Allende han pedido a Vialidad Provincial que se expida sobre la condición pública de la vía, que data de 1870 y es usada como conexión entre varias localidades, entre ellas el camino al cerro Pan de Azúcar, así como vía de rescate y evacuación por los bomberos ante desastres naturales.
Desde la cantera han afirmado que cuentan con los permisos correspondientes y que deben impedir la circulación porque el código minero establece zonas de exclusión por riesgos
Hasta que se resuelva la situación dos carteles coexisten en la entrada al predio: uno da la bienvenida a la reserva, el otro señala la prohibición del paso.
"Ya han bajado una sierra y van por el resto. No van a parar", lamentaron fuentes consultadas por este medio.
Proyectos inmobiliarios
Vecinos del sector y especialistas en ambiente denuncian en que la zona también han avanzado emprendimientos inmobiliarios que contravienen las normativas vigentes. Sospechan que tras la quema del bosque nativo podrían encontrar vía libre para instalarse.
Destacan que dichos proyectos han avanzado gracias a acuerdos con las autorides provinciales y municipales que no aplican ni hacen cumplir aquellas normativas.
"En cada incendio salvamos casas de veraneo de gente que quiere bloquear caminos y nos impide el paso, incluso ante emergencias. Muchos quieren aislarse e impiden siquiera el acceso al arroyo. Pero este ha sido siempre un lugar para el disfrute, de libre acceso" ilustró el geólogo Joaquín Deon.
Otras voces aseguraron a cba24n que en distintas ocasiones han sido amedrentados por personas armadas en sus excursiones. "Nos quieren mantener alejados de sus propiedades. Actúan como si ocultaran algo", afirmaron.
Restos arqueológicos
En la zona de la reserva y hasta el acceso sudoeste al cerro Pan de Azúcar se han hallado valiosos restos de las culturas originarias.
Morteros y canoaas se observan aún a la vera del arroyo San Fernando. También se han encontrado restos de vasijas y armas de cacería.
También subsisten restos de diversas construcciones de distintas épocas, que han atravesado varios siglos.
"Hay construcciones de los pueblos originarios. Aquí traían a comechingones, lules y vilelas a trabajar en las extracciones de material. Luego hubo una reducción de los jesuitas que operó por décadas. Más acá, obradores de la cantera y viviendas de pobladores, previas a cualquier división de las que ahora conocemos", explicó el geólogo Joaquín Deon a cba24n.
Ordenanza
Las sospechas sobre los avances en la reserva apuntan a una supuesta connivencia entre autoridades, en distintas gestiones, y los empresarios.
Como muestra citan que desde el pasado 30 de julio espera tratamiento un proyecto de ordenanza presentado por concejales opositores en la ciudad de Villa Allende.
Dicho proyecto propone declarar sitios patrimoniales e históricos a 71 puntos ubicados a la vera del camino a San Fernando y en torno a la reserva. En caso de aprobarse, tales sectores no podrían ser alterados.
"Para aprobarse, los concejales deben recorrer la zona. No lo hacen escudándose en la pandemia. También afirman que hay otras prioridades. Así pasa el tiempo y seguimos sin proteger nuestro patrimonio", lamentó una concejala que impulsa aquella iniciativa.