Llaryora sobre Atilio López: "Fue un héroe para los cordobeses y la clase trabajadora"

Fue un ritual íntimo y familiar que se transformó en un homenaje público. Las cenizas de Atilio López, dirigente gremial y vicegobernador de Córdoba asesinado por la Triple A, descansan ahora junto a las de su pareja y madre de sus hijos, Olga Sagripante, en un nicho del Cementerio San Jerónimo.

Bajo el sol otoñal del mediodía de este jueves, y en la plaza central del cementerio, el Intendente Martín Llaryora y el secretario de Gobierno de a Ciudad, Miguel Siciliano, acompañaron la familia en un acto sencillo, que consistió en colocar las cenizas de Atilio, cuyo cuerpo fue exhumado la semana pasada, junto con las de su compañera. 

“Venimos a homenajear a un héroe y a un mártir de los cordobeses y de la clase trabajadora”, dijo Llaryora ante un grupo de seguidores. A su lado se encontraban Patricia y Atilio, dos de los hijos del dirigente de UTA y secretario General de la CGT Córdoba, artífice del Cordobazo.

“Los hombres como él decidieron pasar menos tiempo con su familia y eso seguramente le dolió, porque es duro no ver crecer a los hijos”, dijo el intendente. “Pero la historia después te enseña que ese tiempo que no pasaron con los suyos se lo dieron a otros, para poder habitar un mundo mejor”, agregó, ante las lágrimas visibles de los presentes. 

La familia comenzó con el trámite para cremar los restos de Atilio a principios de 2020. “Lamentablemente la pandemia nos frenó, pero hoy por fin estamos concretando el deseo de mi madre”, explicó Patricia a www.cba24n.com.ar. 

Patricia tenía 15 años en septiembre de 1974, con su padre fue secuestrado en Capital Federal por un comando del grupo paramilitar Triple A, y asesinado luego en inmediaciones de Capilla del Señor. Todavía guarda el recuerdo de la ceremonia de traslado de cuerpo. “Salimos a las tres de la tarde del barrio Empalme y era tanta la gente que recién llegamos al cementerio poco antes de la medianoche”, dice. 

Las cenizas del dirigente sindical fueron depositadas en una urna de mármol de Los Gigantes tallada por un escultor. Llaryora y la familia la cargaron desde la plaza central hasta el nicho familiar, donde fue la despedida final.

Su tumba, es una de las más visitadas en los recorridos guiados que se realizan en e cementerio municipal. "Es que personas como Atilio nos inspiran. Los cordobeses le debemos mucho" cerró el intendente.