"El escenario no es alentador", lamentó Catalina Ivanovic.,consultora de género de la oficina regional de la FAO, quien precisó que empeora en el caso de las mujeres indígenas y afrodescendientes, víctimas de múltiples discriminaciones.

"La situación de las mujeres rurales en la región ya era muy complicada antes de la pandemia y si hablamos de la pobreza, podría aumentar un 28,54% en el campo, lo que nos lleva a unos 10 millones de habitantes rurales que no tendrían ingresos para adquirir una canasta básica, de los cuales casi 6 millones son mujeres", explicó Ivanovic.

Las desigualdades recrudecieron con el coronavirus

La condición de informalidad laboral siempre presente, supone menos ingresos y complica su acceso a las formas de protección social, como los sistemas de salud, particularmente necesarios en pandemia.

Un porcentaje muy alto de mujeres rurales se encuentra, además, trabajando dentro de sectores de trabajo duramente afectados por el brote, como servicios, turismo y empleadas de casas particulares.

Además , el habitual rol de cuidadoras , ya sea de niños o de personas dependientes , que inclusive pueden haber enfermado de Covid , dificulta sus actividades para empoderarse en aspectos económicos y sociales.