Se prohibió salir afuera cuando los pueblos indígenas estaban poniéndose de pie
La escasa diversidad de explicaciones ante lo vivido a nivel mundial en los últimos meses no llama la atención en el concierto mediático de la tan nombrada “hegemonía”.
Así, las voces ausentes de siempre, es decir las comunidades indígenas, brillan por su ausencia en el océano informacional que circula por los medios masivos de comunicación.
Sin embargo, hay por fortuna –y buena política comunicacional– valiosas excepciones.
En esta entrevista, Paz Argentina Quiroga –referente de la comunidad warpe de la provincia de San Juan– comienza explicando el fenómeno de la pandemia por la caracterización de los procesos coercitivos a los que las medidas de confinamiento resultan perfectamente funcionales. Deja claro así que no se trata de generar una narrativa apresurada que señale culpables o responsables directos sino fundamentalmente advertir para qué procesos sociales y políticos esta situación está resultando eficaz.
No quedan dudas que las múltiples manifestaciones de resistencia civil y las vigorosas expresiones de las organizaciones indígenas que defienden la preservación de la naturaleza y la vida en general, quedan fuertemente neutralizadas por esta nueva política de resguardo sanitario.
Sin embargo, no se trata de acompañar estos señalamientos críticos con propuestas imprudentes sino asomar a la comprensión de otro modo de entender la vida; de entenderla como una trama de la que somos sólo un punto. En esta apuesta es que la amta (guía espiritual) del pueblo nación warpe explica aquí cómo se entiende a la salud desde su propio marco de cultura; y cómo esa comprensión peculiar se remonta en la historia de este continente a miles de años atrás.
La perspectiva, que desde un punto de vista superficial podría entenderse como “holística” al modo new age, implica en rigor una comprensión estrictamente subversiva no sólo de nuestros conocimientos sino fundamentalmente de nuestras formas de conocer. Concretamente, las articulaciones lógicas sobre las cuales apoyamos la producción cognitiva en occidente desaparecen en gran medida ante una manera de entenderlo todo que no se basa en oposiciones o alternativas disyuntivas. Así, la idea de salud no se entiende –por ejemplo– opuesta a la de enfermedad sino que abre un camino de comprensión de los modos en que el cuerpo físico se integra a otros cuerpos (quizás sutiles) desde los cuales se despliegan procesos que en occidente vemos y sentimos en la pura manifestación física y material.
Esta diferencia cultural, que puede constatarse a nivel micro, encuentra su correlato –por supuesto– en el nivel macro de organización de la vida cultural, al presentar un tipo de conocimiento que enlaza la religión (o quizás la palabra más adecuada sería “espiritualidad”) a la sabiduría que sostiene toda práctica social, lo cual incluye por supuesto a la medicina.
El mensaje general que parece llegar así a través de la palabra de Paz Argentina es el de tomar consciencia del tiempo especial que estamos atravesando y abocarnos a hacer efectivo el tan deseado cambio que todos y todas evocamos al hablar; cambio que –curiosamente- desde su entendimiento no consistiría en un “nuevo orden” –como suele decirse por estos días– sino en la (re)emergencia del orden ancestral.
Sobre la entrevistada: Una muy valiosa mujer y una cultura por reconocer
Paz Argentina Quiroga, Amta o guía espiritual del Pueblo Nación Warpe, comenzó su militancia juvenil desde la Federación de Uniones Vecinales de San Juan. Desde aquel momento y hasta la actualidad, su labor política ha ido madurando y profundizándose en un proceso de recuperación de las raíces indígenas del lugar. En ese camino, Argentina fundó la Comunidad Warpe del Territorio del Cuyun, organización que participó en la Comisión constituyente a cargo de la elaboración del artículo 75 inciso 17, imprescindible en el proceso de reconocimiento a los pueblos originarios en la reforma constitucional de 1994.
A comienzos del 2000 fue nombrada integrante del Consejo de Sabios del Abya Yala y hoy es una de las referentes destacadas dentro del Consejo Plurinacional Indígena de la República Argentina, que reúne a distintas comunidades de todo el país.
Ha realizado numerosas presentaciones en Congresos de Filosofía, Arqueología, Educación y Pensamiento Crítico, del ámbito nacional e internacional, así como participaciones –en tanto referente organizacional- en numerosas instancias de pronunciamiento colectivo, como la Marcha de los Pueblos Originarios en el Bicentenario de la República o la Cumbre Nacional de Pueblos y Organizaciones indígenas, entre muchas otras.
Vale mencionar, también, las labores de acompañamiento en territorio a diferentes comunidades así como la presentación y desarrollo de diferentes actividades en el ámbito de la educación formal, en sus distintos niveles.
Actualmente, desde la Casita Warpe y el proyecto Educar para la Vida, Paz Argentina lleva adelante numerosas actividades en la enorme y diaria tarea de luchar por el pleno reconocimiento de las comunidades indígenas en América Latina.