Soledad Laciar agradeció el apoyo de la sociedad a un mes del crimen de Blas
"Estoy eternamente agradecida de cómo nos acompaña la gente", dijo en una entrevista concedida a Canal 10 luego del "ruidazo" convocado en redes.
Soledad Laciar, madre de Blas Correas, relató cómo pasa sus días a un mes del crimen de su hijo y agradeció el apoyo que le prestó la sociedad en un "ruidazo" convocado el domingo por la noche.
"Hoy me levanté con fuerza, ayer fue complicado. Uno cree que se siente bien pero se siente mal. Al principio uno se aturde, pero cuando entrás a volver a la normalidad que ya no es la misma, cuesta. Es difícil ver las fotos por todos lados, si bien es una lucha que nosotros queremos hacer, es complicado", explicó en una entrevista concedida a Canal 10.
En diálogo con Crónica mediodía, Laciar calificó el apoyo de la gente al "ruidazo" en redes como "increíble. Yo no sé mucho de tecnología, pero yo abría mi Facebook o mi Instagram y eran fotos, una atrás de otra, de gente que conozco, de gente que no conozco. Estoy eternamente agradecida de cómo nos acompaña la gente".
"Con Blas pasó que fue como un clic, ver eso que a veces uno veía en las noticias en Buenos Aires, era algo lejano. Y me pasó a mí. Puede ser cualquiera", valoró.
Cuando Soledad se enteró de que a su hijo le había pasado algo en la noche del 6 de agosto, fue a través de una amiga de Blas, quien pudo hablar con el hermano. "Desprolijidad es un término bastante generoso. Nadie me avisó de la Policía, ni de la Justicia", remarcó.
"Cuando llegamos al lugar, veinte metros antes me frenaron sin preguntarme quién era, vi el auto, vi un hueco en el vidrio, vi unas piernas que salían por el asiento de atrás, sabía que era el auto de Juan y automáticamente mi corazón me dijo que esa persona que estaba ahí era Blas, pero no me lo dijo nadie", relató.
Y dijo que en ningún momento los dejaron acercarse al precinto policial a ella o a Juanse, hermano de Blas, que la acompañó. "Hoy digo cómo no me metí igual, pero en ese momento estaba aturdida", para agregar que luego la escoltaron a la jefatura de Policía sin pedirle el documento.
"Me dijeron que tenía que entrar sola por el Covid. En un ataque de nervios contesté mal hasta que logré entrar, me hicieron subir y me preguntaron qué hacía ahí si ahí sólo iban los testigos. Llegó mi marido y volví a Corrientes y Chacabuco todavía sin saber que fue la Policía la que le disparó a mi hijo", expresó.
Luego, dice que escuchó a los 10 o 15 minutos al papá de uno de los chicos diciendo: "Esta Policía hija de p..., cómo va a disparar", y que ahí se dio cuenta de lo que había pasado.