El nuevo coronavirus 2019-CoV-2 surgido en la ciudad china de Wuhan a fines del año pasado, esta provocando una de las mayores crisis sanitarias mundiales de los últimos años y pone en jaque a los sistemas sanitarios de todo el planeta que no logran aún contener el aumento de los contagios con el virus.

Su expansión fuera de China, sobre todo en Italia, España, Irán, Corea del Sur y ahora en Brasil, demuestran la dificultad que existe para poder poner barreras efectivas contra la expansión global del virus en un mundo hiperconectado como el actual.

Oficialmente hasta ayer se registran 90.870 casos confirmados en todo el mundo, de los cuales 1.922 se ratificaron durante las últimas 24 horas. El 80% de estos últimos se concentran en Italia, Irán y Corea del Norte donde el brote es más severo.

En China, que es donde se registraron los primeros casos, los contagios llegan a 80.304. Aunque en las últimas horas sólo hubo 130 nuevos contagios, lo que representa la menor cifra diaria registrada desde el pasado 20 de enero.-

¿Cómo se inició el brote?

China notificó 27 casos de neumonía de origen desconocido el 31 de diciembre de 2019. La causa fue identificada el 7 de enero como un nuevo coronavirus.

Todo parece indicar que nuevo coronavirus, COVID-19, también conocido como coronavirus de Wuhan, tiene una procedencia animal. De hecho, los primeros casos se han relacionado con un mercado de animales vivos de la ciudad de Wuhan, en China.

¿Qué es un coronavirus?

Los coronavirus son una familia de virus que se descubrió en la década de los 60 pero cuyo origen es todavía desconocido. Sus diferentes tipos provocan distintas enfermedades, desde un resfriado hasta un síndrome respiratorio grave (una forma grave de neumonía). Pueden afectan a humanos y a varias especies de animales.

Gran parte de los coronavirus no son peligrosos y se pueden tratar de forma eficaz. De hecho, la mayoría de las personas contraen en algún momento de su vida un coronavirus, generalmente durante su infancia. Aunque son más frecuentes en otoño o invierno, se pueden adquirir en cualquier época del año.

Hasta ahora había seis conocidos que podían enfermar a una persona: cuatro que causan el resfriado común, el del SARS (surgido en 2002 también en China) y el del MERS (en 2012, en Arabia Saudí). Coronavirus que solo afectan a algunas especies pueden sufrir mutaciones que les permiten saltar a otras y volverse virulentos para el ser humano.

¿Por qué se llama corona virus?

El coronavirus debe su nombre al aspecto que presenta, ya que es muy parecido a una corona o un halo. Se trata de un tipo de virus presente tanto en humanos como en animales.

¿Qué síntomas genera en los humanos?

El virus infecta las vías respiratorias y causa síntomas que van desde un cuadro leve de gripe, hasta una posible insuficiencia respiratoria aguda y neumonías potencialmente mortales. La enfermedad asociada se ha denominado Covid-19.

Esta tipología suele cursar con tos, fiebre y dificultades respiratorias. Es frecuente que haya neumonía y, en el caso del MERS, también se pueden registrar síntomas gastrointestinales, en especial, diarrea.

Por el momento se recomienda estar alerta ante los siguientes los síntomas principales:

Secreción y goteo nasal.

Tos.

Fatiga.

Dolor de garganta y de cabeza.

Fiebre.

Escalofríos y malestar general.

Dificultad para respirar (disnea).

¿Cómo se contagia?

Los coronavirus se transmiten de forma limitada entre humanos, pero hasta la fecha se desconoce el origen de estos virus. En todo caso, se sabe que ciertos animales, como los murciélagos, actúan como reservorios.

¿Cómo se diagnostica?

Para determinar si el malestar que sufre un paciente proviene de un simple resfriado o de un coronavirus el médico puede realizar un cultivo de nariz y garganta, o incluso un análisis de sangre. En casos de sospecha de coronavirus se suele realizar una tomografía de tórax para determinar los síntomas de neumonía, así como otros análisis de coagulación de sangre, un análisis bioquímico y un conteo sanguíneo.

China creó un protocolo de diagnóstico específico. Sin los análisis es imposible distinguirlo de otro tipo de neumonía, o incluso de una gripe. Los grandes hospitales cuentan con la tecnología PCR que permite confirmar la infección por el virus en sólo unas horas.

También se realizan pruebas de anticuerpos y aislamiento del virus del SARS.

Tasa de mortalidad

Pese al pánico y la alerta mundial, el porcentaje de fallecimientos por Covid-19 se sitúa entre un 2% y un 4%. La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó hoy que la tasa de mortalidad del COVID-19 es de un 3,4%.

Tal y como ocurre con el virus de la gripe, los síntomas más graves y la mayor mortalidad, se registra tanto en personas mayores como en aquellos individuos con inmunodepresión o con enfermedades crónicas como diabetes, algunos tipos de cáncer o enfermedad pulmonar crónica. En casos extremos puede ocasionar insuficiencia respiratoria.

Cómo prevenir el contagio

Hasta la fecha no se dispone de vacuna alguna ni de tratamiento específico para combatir la infección por coronavirus.

Mantener una higiene básica es la forma más eficaz de evitar contraer este virus en los lugares en los que existe un mayor riesgo de transmisión, fundamentalmente las zonas del planeta en las que se han registrado casos.

Es conveniente lavarse las manos con frecuencia y evitar el contacto con personas ya infectadas, protegiendo especialmente ojos, nariz y boca.

A quienes puedan estar en contacto con posibles afectados se les aconseja el uso de mascarillas y usar pañuelos para cubrirse la nariz y la boca cuando se tose o se estornuda

Estas precauciones deben seguirlas especialmente aquellas personas que padezcan diabetes, insuficiencia renal, neumopatía crónica o inmunodepresión, ya que tienen más riesgo de padecer enfermedad grave en caso de infección por coronavirus.

El control de la temperatura (con cámaras térmicas y termómetros digitales) de las personas que llegan a un aeropuerto procedentes de zonas afectadas ha sido una de las medidas que se han puesto en marcha para detectar posibles casos del COVID-19, tal y como se hizo con los brotes anteriores.

También se realizan cuestionarios a los viajeros; en caso de sospecha, se les somete a evaluación y, en su caso, se les traslada a centros sanitarios.

Tratamientos

Al no haber aún tratamiento específico ni vacuna (aunque ya hay varios proyectos en marcha para conseguirla), la asistencia médica se centra en dar soporte vital al enfermo. El tiempo de recuperación oscila entre las dos semanas de los pacientes más leves a las tres o seis de los más graves.

Los casos más leves pueden superarse siguiendo los mismos pasos que un catarro común. Esto no requiere intervención médica y simplemente con lavarse las manos de forma frecuente, guardar reposo y beber líquidos de forma abundante los síntomas desaparecerán a los pocos días. También se pueden tomar analgésicos como ibuprofeno o paracetamol para aliviar dolores de garganta o fiebre.

En casos de coronavirus SRAS, MERS CoV y COVID-19, suele ser conveniente el ingreso hospitalario. Se administran antivirales, dosis altas de esteroides para reducir la inflamación pulmonar y un soporte respiratorio con oxígeno; en ocasiones puede precisar antibióticos, pero solo en caso de que existan infecciones bacterianas sobrevenidas, es decir, sobreinfección.

En definitiva, este tipo de infecciones respiratorias se tratan con antivirales y medidas de soporte. El tratamiento se suele adaptar en función de la gravedad del paciente, ya que hay casos en los que se producen neumonías graves, pero en otros las manifestaciones son leves.

Fuentes: OMS / elpais.com / el periodico.com