Trabajadores de Salas Cuna reclaman por tres meses de salarios adeudados
El lunes a las 9, marcharán hacia la Casa de Gobierno en la capital provincial. Afirman que hace 90 días no cobran las becas y temen por el cierre de los espacios.
Trabajadores de salas cuna de la provincia se movilizan el lunes a las 9 hacia la Casa de Gobierno en reclamo de salarios adeudados.
La red provincial de Salas Cuna, que se articula con ONGs y municipios, involucra espacios destinados al cuidado y la protección de niños y niñas de 45 días a 3 años de sectores vulnerables, gratuitos para quienes allí asisten.
Empleados de las salas afirman que hace tres meses que la Provincia no abona el dinero destinado a becas y que los establecimientos no abren por la pandemia. Por ello, temen que las salas cuna no puedan sostenerse.
Del funcionamiento de esa red dependen 470 unidades ubicadas en zonas críticas de toda la provincia. Poco más de 200 se ubican en la capital cordobesa. Sólo en la ciudad de Córdoba se contiene a unos 30 mil bebés y a sus familias, según explicó Walter "Pollo" Díaz, titular de la Asociación Civil Benjaminos, una de las ONG que administra una sala cuna en la capital, más precisamente en Villa La Tela.
Desde antes de que las salas cuna se convirtieran en ley, la Provincia se comprometió a abonar becas -es decir, la retribución económica que se les da a los trabajadores por sus empleados- y alquileres. Las ONG administran los recursos para estos espacios.
El problema, aseguran, es que ya hace cerca de tres meses que la Provincia no envía el dinero, y las ONGs se ven en problemas para pagar servicios, al personal que trabaja en las salas y el alquiler de los establecimientos.
"Al margen de este problema, es un programa excelente para poder dar contención y estimulación temprana a chicos y familias en sectores vulnerables de la ciudad", valoró Díaz en diálogo con cba24n.com.ar.
En primera persona
Silvana, docente de una sala cuna, explicó a este medio que durante la pandemia, en su caso siguió trabajando en virtualmente y asistiendo algunos días a la sala para entregar módulos, leches y pañales. Y dos días a la semana, cuando se fue abriendo la cuarentena, se organizó una copa de leche.
"Nosotros somos becarios, no trabajamos directamente para la Provincia sino que las fundaciones nos hacen contratos. Sabemos que estamos en tiempos de pandemia, pero muchas de las chicas el único ingreso que tienen es el trabajo que realizamos en las salas cuna", apuntó.
Salvo esta situación, valoró positivamente la implementación del programa. "Más allá de trabajar en zonas vulnerables, es muy lindo el trabajo que se hace. Es de las pocas maneras que tiene la Provincia de llegar a esos sectores, y son muy necesarias en los lugares en los que estamos", remarcó.
Silvana agregó que en la reapertura de las actividades, las salas cuna cumplirían un papel importante. "Quienes dejan a sus niños en su mayoría son mamás que trabajan, empleadas domésticas. El lugar les viene bárbaro porque es seguro y hay confianza para dejar a sus hijos. Muchas mamás habían vuelto a trabajar y nos transmitían la necesidad de la sala, sabiendo que una guardería privada costaría más que lo que probablemente pueden llegar a ganar limpiando", dijo.