Un trabajador del Observatorio Astronómico Nacional le escribió a Alberto Fernández
Le dijo al Presidente que anhela que participe del aniversario 150° de la creación de la institución que funciona en Córdoba.
Florencio Cequeira, empleado de Observatorio Astronómico Nacional, le escribió una carta abierta al presidente Alberto Fernández con la intención que participé el año que viene de los festejos por los 150 años que cumplirá la institución que funciona en la Ciudad de Córdoba.
A continuación la carta abierta:
Estamos en vísperas de un nuevo aniversario del lugar donde trabajo hace más de 30 años y eso me motivó a escribir estas líneas con el deseo de que llegue al presidente de la Nación a quien quisiera compartirle un sueño.
Este año se cumplen 149 años de la fundación del Observatorio Nacional Argentino, dependiente hoy de la Universidad Nacional de Córdoba. En el año 1868 Domingo F. Sarmiento asume la Presidencia de la República, siendo la creación del Observatorio Nacional Argentino una de sus grandes medidas. El 24 de octubre de 1871, Sarmiento y su ministro Nicolás Avellaneda, inauguraron en Córdoba una institución científica pionera, cuya dirección fue confiada al astrónomo estadounidense Dr. Benjamín A. Gould.
La infraestructura del Observatorio se completó en 1942 con la inauguración de la Estación Astrofísica de Bosque Alegre, convirtiendo a la institución en una de las más importantes del mundo en su época. En 1954, el Observatorio Astronómico pasó a depender de la Universidad Nacional de Córdoba.
Soy un orgulloso empleado no docente de la Universidad Pública desde hace 34 años. He pasado mis últimos 20 años de trabajo en esta institución y aún recuerdo las palabras de mi compañero “Coco” -hoy jubilado- quien me fue llevando a descubrir de a poco el Observatorio. “Este es un lugar que hay que cuidar mucho, desde acá conocemos al universo y ese conocimiento debe ser de todos”; esas palabras siempre me han quedado resonando en mi cabeza.
Recuerdo que Coco ya tenía muchos años en el Observatorio. Un día en la Administración central de la UNC, me cruzó y me relató la necesidad de comenzar a realizar las rendiciones contables por sistema que comenzó a exigir la autoridad, el ya no estaba para esos trotes y necesitaba de alguien que lo auxiliara en estos menesteres. Un día del invierno de 1998 quedamos en juntarnos en su oficina. Hacia allá fui, por entonces en mi Citroën 3CV. Enorme fue mi sorpresa cuando ingresé al predio por calle Laprida y no lo dude un instante: “quiero trabajar acá hasta jubilarme”.
Para los que no lo conocen, el Observatorio está en un gran espacio verde, con callecitas internas de tierra, una gran arboleda, casi un bosquecito, un bello lugar para trabajar donde he aportado lo mejor de mi recorrido como empleado público administrativo.
Además del predio, me fascinó la calidad humana, el compromiso de los profesionales, científicos, estudiantes y trabajadores del Observatorio que es ya innegable y distintiva. Aquí el compromiso por el desarrollo científico nacional se puede ver en cada persona que se involucra en esta institución.
El año que viene se cumplen 150 años de la creación del primer Observatorio Austral del mundo. Tal vez sea mi personalidad ansiosa o mi espíritu soñador, pero tengo un gran anhelo: verlo a Ud., Sr. Presidente, presente en esta gran institución festejando con nosotros ese hecho tan importante.
Sospecho que compartimos la misma pasión por la educación pública y ese profundo respeto por el trabajo de los científicos. Creo que tenemos similares miradas respecto a la importancia de la ciencia en el desarrollo productivo nacional y este evento sería un gran momento para poner todo eso de manifiesto.
Sé que estamos en un momento muy particular, donde la incertidumbre es la regla que hoy domina, entiendo que los esfuerzos están puestos en reducir lo más posible los daños que la pandemia está generando. Pero quiero que tenga presente que aquí estaremos trabajando para lograr cumplir lo que por ahora es solo un sueño.
Demás está decir que sería un orgullo y una inmensa alegría para la comunidad astronómica de Córdoba y del país que la máxima autoridad de nuestra Nación diera ese enorme gesto de compromiso con la ciencia y educación pública. Ojalá podamos hacer cumplir este humilde anhelo.
Lo saludo con atenta consideración.