UNO, el socio evangélico de Juntos por el Cambio en Córdoba
Emulando lo ocurrido en Santa Fe se suma a la alianza que tiene al PRO y la UCR como socios mayoritarios. Pretende reimpulsar los valores cristianos en la discusión política. Asegura que en el país se vive una profunda crisis moral
Sobre el cierre del plazo para la presentación de las alianzas que participarán de las elecciones legislativas, la principal fuerza opositora de Córdoba confirmó entre sus miembros al partido Una Nueva Oportunidad (UNO).
Este espacio cristiano evangélico se suma formalmente como adherente a los seis sellos que ya integraban Juntos por el Cambio en esta provincia.
Se trata de una recreación de lo ocurrido en Santa Fe, donde semanas atrás se confirmara la incorporación de UNO a la coalición que gobernó el país entre 2015 y 2019.
Precisamente en la vecina provincia se ubica el epicentro del partido que encabezan pastores evangélicos y que vincula a distintas iglesias de todo el país.
Su origen remonta a fines de la pasada década, cuando retomara temperatura la discusión en torno a la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo, finalmente convertida en ley en diciembre de 2020.
En 2019 la fuerza tomó un impulso que trascendió fronteras luego de obtener seis bancas para diputados en las elecciones provinciales. Gran parte de los votos llegaron de quienes se han opuesto sistemáticamente a la práctica del aborto.
Por entonces Amalia Granata era su cara reconocida en la discusión mediática. Tiempo después la vedette rompería con el bloque y se concentraría en la proyección nacional de su figura.
Desde entonces los sectores que se reconocen en el credo cristiano evangélico han intentado concretar una coalición nacional que reconozca el gran crecimiento de quienes profesan su fe.
Liderados por el pastor y diputado nacional Walter Ghione, los santafesinos se convirtieron en uno de los principales jugadores para la unión y proyección política.
Desde Mendoza, otro de los puntales ha sido el movimiento Masfe, encabezado por el pastor Héctor Bonarrico, quien forma parte del Frente Cambia Mendoza, fuerza que depositara a Rodolfo Suárez en la gobernación.
En torno a esas fuerzas orbitan varias representaciones provinciales. Comparten una característica que subrayan: no son confesionales. Es decir, no exigen que sus adherentes profesen el credo evangélico. Por ello no cierran las puertas a las alianzas con sectores católicos, practicantes o no.
Sí son taxativos con otros aspectos: la defensa de la vida, el rechazo al aborto, un profundo desprecio al kirchnerismo (al que califican dentro de los populismos) y un creciente deseo por recrear experiencias de gobiernos afines, tal como ocurre en Brasil.
Pero, aunque remarcan que quieren dejar de ser actores secundarios, aún no han podido consolidar una estructura que les permita imponer condiciones a los partidos tradicionales. Por ahora aceptan acompañar. A cambio piden que la defensa de los valores cristianos trascienda una mera enunciación.
Reconocen un contexto favorable para sus planteos. Ante el corrimiento de la discusión pública hacia fundamentalismos y negacionismo, especialmente ante las ampliaciones de derechos y el reconocimiento a las disidencias, señalan la vigencia de sus axiomas bíblicos.
Córdoba
Según un estudio realizado por la consultora Delfos el pasado año, en Córdoba un 79% de los cordobeses manifiesta pertenecer a alguna religión o iglesia. De ellos, un 9.6% se identifica con el evangelismo.
Más importante aún, de quienes se reconocen evangélicos, un 91.6 por ciento dice que practica “activamente” la religión.
En gruesos términos, casi 300 mil cordobeses podrían ubicarse en un espectro cristiano evangélico. La gran mayoría acude a templos, donde las celebraciones toman forma de tales.
Aunque la estructura de las iglesias evangélicas difiere de la rigidez de la iglesia católica, distintas fuerzas siguen emergiendo para intentar captar a esos fieles en una estructura política. Algunas ya son partes de los entramados que juegan localmente desde hace años; otros crecen en tiempos de grietas y álgidas discusiones.
En los próximos meses se espera la conformación del Frente Evangélico Social, fuerza que tiene a la pastora Alejandra Páez como referente.
Se trata, en rigor, de una escisión de Masfe, fuerza que quitó su apoyo a la iglesia de la pastora, a quien reprocha su tolerancia al colectivo LGBTIQ+ así como su proximidad con variantes del peronismo local.
Ver: Alejandra Páez: “Llegué a dios semidesnuda, con maquillaje de noche y sin ganas de vivir"
Desde hace años la iglesia Cita con la Vida, la más renombrada de la ciudad, mantiene un sólido acuerdo con Encuentro Vecinal Córdoba, la fuerza que tiene a Aurelio García Elorrio como principal referente.
El aporte evangélico, no sólo en términos de votos, resultó decisivo para que la fuerza vecinalista lograra dos lugares en la Legislatura Unicameral en las elecciones de 2019.
De hecho, hace escasos meses el pastor Gerardo Grosso reemplazó a García Elorrio en su banca, tal como habían pactado antes de los comicios.
Dejar de ser testimoniales
La representación de UNO en Córdoba también está vinculada a Encuentro Vecinal Córdoba. Su principal referente, el pastor Daniel Molina, fue candidato a viceintendente de la ciudad en 2015 por el vecinalismo.
Ya en 2016 el partido formalizó la presentación legal del partido en Córdoba. Por entonces marcaron el 2021 como primera escala de su trayecto.
Ya en tal año, y horas después de suscribir la alianza con Juntos por el Cambio, el también pastor afirma que su inclusión allí supone una continuidad de un trabajo de años.
“Siempre defendemos los mismos valores y principios. Pretendemos llevar los valores cristianos a la política porque entendemos que es importante que dejemos de ser testimoniales y lleguemos a los lugares donde se toman decisiones. Esto es un salto para bien, para estar en un frente nacional. Es necesario que nos unamos los hombres y las mujeres de bien para revertir esta crisis en que estamos inmersos”, destacó en diálogo con Radio Universidad.
Aunque remanidos y enraizados profundamente en el cristianismo, Molina considera que dichos valores se encuentran seriamente amenazados.
"Son muchos valores y son absolutamente actuales porque hoy están en riesgo. Nos caracterizamos por la defensa de la vida, la familia, la honestidad, la transparencia, el trabajo, la lucha contra la pobreza, contra las mafias, contra la corrupción. Es imprescindible que pongamos un freno a esta debacle moral en que está inmerso el país. Como consecuencia de ello, tenemos una debacle económica, política, de representatividad", amplió.
"La política necesita de ejemplaridad en este momento. Los evangélicos, los cristianos, damos ejemplos de que nos hemos ocupado de mejorar todos nuestros entornos. En cada barrio estaría muy bueno que hubiera una iglesia cristiana, porque esa iglesia seguro que se ocuparía de la acción social, que haya iluminación, cordón cuneta, seguridad, etc.", dijo.
En ese marco, asegura que la participación de los cristianos evangélicos en instituciones políticas no interfiere en el ejercicio religioso. Por el contrario, evoca el rol de liderazgo que les compete "naturalmente".
"Formamos parte del mundo occidental y cristiano, en el que la iglesia y los valores bíblicos han influido. En derechos humanos, en la mayoría de los avances hemos sido gran influencia a través de la palabra. Continuamos una línea y es absolutamente bíblico: los cristianos somos mandados a enseñar todo el consejo de dios, no sólo a la ciudadanía, sino a las instituciones de gobierno que fueron creadas. Así como la familia y la iglesia, el estado también es una creación de dios. ¿Quién mejor que los creyentes para esos lugares de decisión?", hilvanó.
Por otra parte, asegura que UNO propone un espacio para la mujer y las personas identificadas en el colectivo LGBTIQ+. No obstante no asegura para ellas una participación activa.
"El cristianismo siempre se ha caracterizado por la defensa de las minorías. El tema de la mujer es absolutamente claro. Nosotros propiciamos en nuestro espacio una nueva oportunidad que los jóvenes y las mujeres tengan mucha participación. Respecto de los sectores LGBTIQ+, entendemos que a este colectivo tenemos que predicarles el evangelio", precisó.
"Nosotros estamos para defender ese tipo de colectivos, simplemente que no vamos a compartir la mirada que tienen. En ese sentido somos claros: el ser humano fue hecho varón y mujer, eso dice la creación, nosotros creemos en eso. Pero sí consideramos que estos hermanos necesitan conocer todo lo que dios dice respecto del ser humano. Ellos tomarán sus decisiones con absoluta libertad, como cualquiera de nosotros tiene derecho a hacerlo", sentenció.