"Me empezó a salir sangre por la boca y cuando caí sentí el dolor"
Lo expresó Ludmila Olivera, la joven de 19 años que fue herida por error en el robo del lunes por la noche. Su testimonio compromete al comerciante que le disparó. Ella y el ladrón terminaron internados en la misma habitación.
Ludmila Olivera, la joven 19 años baleada por un vecino el lunes por la noche en un robo en el barrio Cuesta Colorada de La Calera, fue pasada a una sala común y podría recibir el alta durante el fin de semana.
"Me estoy recuperando de a poco. La bala me atravesó la caja torácica", contó Ludmila a Radio Universidad.
La joven narró el confuso episodio ocurrido el lunes, por el cual el comerciante que la baleó al ladrón por la espalda y a ella por error, continúa en prisión.
"Yo estaba afuera de mi casa con mi hermana y mi cuñado y sentíamos gritos, dos cuadras más abajo. A una chica le estaban robando. Yo y mi cuñado nos acercamos corriendo, yo me agacho para agarrar un ladrillo porque el que le robó a la chica se venía hacia donde yo estaba, y cuando me trato de levantar ahí me impactó la bala en el pecho", expresó la joven, aún conmocionada por lo vivido.
Al ser consultada si sabía de dónde provino el disparo, Ludmila dijo que "fue un vecino que supuestamente quería defender a la chica (víctima del robo), pero ya le había disparado al que robó y siguió disparando donde yo estaba", dijo, comprometiendo aún más la situación del comerciante, que está imputado por abuso de armas y lesiones graves agravadas.
"Como cuatro tiros tiró. Después que le pegó al ladrón, y después que me pegó a mí, tiró tres más", indicó la joven.
"Cuando yo me caigo, él en ningún momento se acercó, se quedó ahí", contó Ludmila, quien al ser consultada sobre lo que sintió al recibir el impacto de la bala dijo: "Me empezó a salir sangre por la boca, eso fue lo único y después, cuando me caí al piso, ahí empecé a sentir el dolor".
Según su relato, al demorarse la llegada de una ambulancia, fue trasladada en un móvil policial al hospital de La Calera.
La joven contó que el comerciante que le disparó por error vive en la esquina de su casa.
"Él salió ciego, él no había visto nada del robo, y dicen que él pensaba que yo y mi cuñado éramos los que estábamos robando, por eso que siguió disparando" sostuvo Ludmila.
"Él no me veía bien a mí y yo no lo veía bien a él. Estaba como a una cuadra y media" sostuvo, indicando que todo ocurrió alrededor de las 21.30 del lunes.
En la misma habitación
Cuando se le consultó si había visto al ladrón herido, Ludmila contó que el delincuente pudo llegar por sus propios medios al Hospital de La Calera y que, paradójicamente, terminó internado "en la misma habitación que yo estaba", según contó Ludmila.
"Ellos (por los médicos) no sabían, él mintió. Dijo que pasaba y le pegaron un tiro, pero después le encontraron el iPhone que había robado en la Cuesta y se dieron cuenta que era él el que robó", contó la joven.
Al finalizar su relato, Ludmila sostuvo que ella sólo quiso ayudar a la chica víctima del robo.
"Nunca pensé que iba a haber alguien con un arma", indicó, en referencia al comerciante, ya que el ladrón estaba desarmado.