Caso Nora Dalmasso: el juicio continuó en la casa de Marcelo Macarrón
El viudo autorizó una inspección ocular en el domicilio donde Dalmasso fue asesinada. Solicitó que no se saque fotografìas.
La audiencia número 22 del juicio por el asesinato de Nora Dalmasso se realizó este miércoles en la casa donde murió.
El viudo Marcelo Macarrón, único imputado en el juicio, autorizó la inspección ocular en su casa ubicada en la calle 5 número 627 del Villa Golf Club.
"No es una reconstrucción del hecho. Se va a realizar una inspección ocular a los fines de que los jueces técnicos como los jurados populares puedan apreciar la casa y el escenario de los hechos para una mejor ubicación y puedan valorar las pruebas de una mejor manera", afirmó el abogado Cristian Ayan.
Su único pedido ante el tribunal es que no saquen fotos del domicilio. El juez Daniel Vaudagna aceptó los términos.
De esta manera, los jurados populares, jueces técnicos y demás partes intervinientes en este juicio que inició el 14 de marzo se trasladaron hacia el barrio ubicado en el sector oeste de la ciudad de Río Cuarto.
Ayan también adelantó que este jueves no va a haber audiencia debido a tareas de mantenimiento en el Tribunal.
Caso Dalmasso: Cacciaguerra dijo que Nora no esperaba a nadie la noche del crimen
Otras inspecciones anteriores
En julio de 2007, más de medio año después del crimen de Nora Dalmasso, peritos convocados por el abogado Marcelo Brito, quien ya en aquel entonces era abogado defensor de la familia Macarrón, inspeccionaron la escena del crimen. Se trató del forense Osvaldo Raffo –fallecido en 2019 y quien participó de las autopsias de María Marta García Belsunce, José Luis Cabezas, y del fiscal Nisman (quien aseguró que lo mataron), entre otros- y el criminalista Raúl Torre, investigador y docente de Criminología y Criminalística.
En aquella oportunidad, Raffo criticó la autopsia practicada al cuerpo de Dalmasso por los tres forenses riocuartenses Guillermo Mazzuchelli, Virginia Ferreyra y Martín Subirachs, quienes sostuvieron que la mujer murió estrangulada con el lazo de una bata y que tenía dos moretones del tamaño de la yema de los dedos pulgares en su cuello. Además, sostuvieron que tenía un golpe en la cabeza, otro en el codo, lesiones anales y genitales. Sin embargo, no se encontraron rastros de huellas digitales.
Dos años más tarde, en septiembre de 2009, el FBI también realizó una inspección ocular en la casa del barrio Villa Golf. En esa oportunidad, del procedimiento participaron el fiscal Javier Di Santo, funcionarios de la embajada de Estados Unidos, el traductor oficial de la delegación diplomática, los abogados de las partes, el hijo de la víctima, Facundo Macarrón y su padre, el viudo Marcelo.
Aún se aguardaban los resultados de las muestras de ADN halladas en la escena del crimen Aunque estos resultados jugaban un rol trascendental en la investigación, los informes tardaron tres años en llegar.
Finalmente, en 2016, el fiscal Daniel Miralles acusó a Marcelo Macarrón tras conocerse que el material genético lo ubicaba en la escena del crimen. Más tarde, en 2019, el último fiscal que investigó la causa, Luis Pizarro, elevó la causa a juicio considerando que Macarrón mandó a matar a su mujer por “desavenencias matrimoniales y cuestiones económicas” y descartó la prueba del ADN.