Córdoba: varios encuentros sociales clandestinos terminaron con detenidos
Desde fiestas ilegales y bares funcionando fuera de horario hasta una celebración religiosa fueron interrumpidos por la Policía. Los eventos ocurrieron en la capital y seis localidades del interior.
La prohibición de realizar encuentros sociales en viviendas particulares y otras restricciones dispuestas para frenar la pandemia de coronavirus fueron violadas en varias ocasiones en distintos puntos de Córdoba en la noche del sábado y madrugada del domingo.
Córdoba capital. En el barrio San Martín clausuraron el bar "Coyote" por funcionar fuera del horario permitido. En barrio Alberdi, en tanto, suspendieron una reunión social con 21 asistentes en una vivienda particular. En los dos casos se labró un acta digital por incumplir las disposiciones sanitarias.
Adelia María. Un llamado de vecinos que manifestaron la presencia de vehículos y música alta llevó a la Policía a una quinta. Cuando los agentes llegaron, los asistentes se fugaron en sus automóviles.
General Deheza. Once personas fueron detenidas en el marco de una fiesta con karaoke, a la que habían asistido menores de edad.
La Carlota. En un campo, se notificó a 15 personas por hacer un festejo no permitido.
Las Varillas. Policías y agentes municipales suspendieron una fiesta con más de 75 invitados que se daba en un campo al sureste de la ciudad. Las personas fueron identificadas y se labraron las actas correspondientes.
Río Cuarto. La Policía y el Edecom desarticularon eventos clandestinos en tres domicilios de la ciudad, con más de 100 personas que fueron identificadas y notificadas por el incumplimiento al DNU en el marco de la emergencia sanitaria, de acuerdo con el diario Puntal.
Por otro lado, varios llamados de vecinos alertaron de dos reuniones sociales en casas particulares, una con 13 y otra con 14 personas. Los propietarios de las viviendas quedaron a disposición de la Justicia, imputados por el delito de atentado a la salud pública. Los asistentes fueron notificados.
Tulumba. La Policía interrumpió una celebración religiosa evangélica que se daba en un salón de la localidad con 19 personas en la tarde del sábado, incumpliendo el protocolo de cultos dispuesto por el COE. Cuando llegaron los agentes, los organizadores ordenaron todo conforme al protocolo para que el evento pudiera seguir.