Marqués de Sobremonte, en la zona norte de la ciudad de Córdoba, vivió una madrugada de terror, luego que en medio de una discusión, una balacera terminó con la vida de dos personas.

Del hecho se tejen distintas hipótesis en el marco de la investigación, pero en las últimas horas habló Daniela, la esposa de uno de los fallecidos, y abonó su versión de los hechos.

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Daniela contó que su marido, Víctor Díaz, concurrió a la casa del agresor, para pedirle a su vecino que dejara de pasearse por el barrio y por la iglesia con un arma, en momentos en que había niños jugando. En ese contexto se produjo una discusión en la que el vecino respondió violentamente a los tiros desde el patio de su casa, acabando con la vidas de su marido.

Doble crimen en Córdoba: “Ya estamos cansados de la droga, arruinaron el barrio”

En diálogo con Canal 10, la mujer descartó que su marido haya ido armado al domicilio del agresor y también rechazó la versión que habla de un reclamo por un robo o similar. Diferente a ello, Daniela insistió en que quien disparó es un habitual vendedor de drogas y cuestionó el escenario de violencia que se vive en el barrio.

“Esto pasó porque ellos se creen dueños del barrio, porque venden droga, arruinan a los chicos y ellos han arruinado a todo el barrio”, dijo conmocionada y entre lágrimas la mujer.

“Él quiere mandar en el barrio”, insistió, al destacar que “hacen lo que quieren, pasan rápido en auto, venden droga y no se les puede decir nada porque te invitan a pelear”.

En ese contexto cuenta la noche trágica que le tocó vivir, cuando escuchó los disparos y fue a ver lo qué ocurría y encontró a su marido gravemente herido. “Me lo mató como si fuera un perro mi marido, le pegó un tiro en el pecho y encima mató a su propio cuñado”, dijo respecto de Edgar Javier Rodríguez, de 27 años, el otro fallecido. “Estaba a lo oscuro y tiraba tiros de adentro de un patio”, describió.

“Me lo dejaron tirado como un perro”, dijo entre llantos.

La mujer contó: “Estás discusiones se dan por las drogas, mi marido fue a pedir que se acabara”. En ese sentido, destaca que ella y su marido eran “personas trabajadoras”; puntualmente su esposo era servidor urbano de la Municipalidad de Córdoba. En tal sentido, cuestionó a quienes se dedican a vencer droga en el barrio y prometió denunciarlos para que se haga algo de una vez.

“Me cago laburando toda la semana y miren ahora como quedo, sin mi marido, cómo hago yo. Lo único que quiero es que la acaben con la droga”, dijo consternada.

“Los voy a denunciar a todos porque cansan, porque todo el mundo sabe que venden drogas”, expresó. Y finalmente dijo: “No tengo miedo, quiero justicia, quiero que esto no vuelva a pasar”.