El padre Mariano Oberlin admitió que evalúa irse de Córdoba

El martes a las tarde, la fundación del padre Oberlin sufrió un ataque en el el centro de rehabilitación de adicciones que funciona en Campo de la Ribera.

Según publicó en Facebook, un hombre se asomó por la tapia a las 16 hs y realizó disparos con una escopeta recortada. Luego, huyó en un auto.

Atacaron a tiros la Fundación del padre Oberlin

“Gracias a Dios no le pegó a ningún chico. Lo que más nos angustió es que el que tipo hizo esto a 60 metros de una casilla de la Policía”, explicó en Radio Universidad.

La fiscal del distrito 2 turno 1 Lourdes Quagliatti investiga el caso. No descarta que estén involucrados más de una persona. Por el momento, no hay personas identificadas o imputados.

Oberlin contó que siempre son víctimas de robos pero en muchos casos no realizan la denuncia porque los agresores son personas con consumos problemáticos. Sin embargo, este hecho fue diferente.

“En el barrio la mayoría de la gente quiere vivir dignamente. Pero hay un par de matones que saben que son absolutamente impunes. Cada vez que hemos publicado algo, ahí viene el zarandeo. Hay un mundo de clandestinidad, que reciben un poco de cámaras y se ponen nerviosos”, dijo.

Desde el gobierno provincial, el secretario de seguridad, Claudio Stampalija, se reunió con el padre Oberlin y dispuso custodia personal para él y para la fundación. 

Sobre el motivo del ataque, Oberlin no descarta nada. Sin embargo, afirmó: “La semana pasada me habían llamado algunos medios por lo que pasó en Rosario para ver que opinaba yo. Comenté lo de los robos acá y ahí se ve que empecé a mover el avispero”.

Y agregó: “No estamos hablando de un chango que entró a robar como nos pasa todos los días y que la mayoría de las veces dejamos pasar. Estamos hablando de un hecho grave, estamos hablando de un tipo que vino a disparar a lo que se cruce”.

El padre también remarcó el accionar de la Policía que va de una impasividad absoluta a detenciones por portación de rostro. 

“Hay que encontrar un punto medio. No hace falta poner un policía en cada esquina. Hay que hacer un poco de inteligencia. Ver quiénes son los que manejan esto. ¿Quiénes son los que le dan armas a los chicos para robar? ¿Quiénes son los que mayorean con la droga?”, concluyó.

A nivel personal, Mariano Oberlin recalcó que terminó el año agotado y con frustraciones. Barajó la posibilidad de pedir un cambio de lugar pero se comprometió con el obispo de Córdoba a permanecer en el este de la ciudad al menos un año más.