Encubrir a violador serial y privación de la libertad, antecedentes de imputados
Los dos policías acusados del crimen del joven Correas ya contaban con causas penales. El Tribunal de Conducta los habilitó para seguir portando armas.
El camino de la causa que indaga en el asesinato del joven Valentino Blas Correas, que murió de un disparo policial, va sumando elementos.
Los datos también apuntan a dos policías, Lucas Gómez y Javier Alarcón, los principales acusados del hecho. Hoy pesa sobre ellos la imputación del homicidio calificado. Sin embargo, no son las primeras que sufren desde que cumplen su función como agentes públicos.
Por un lado Gómez, de 35 años, es uno de los cuatro uniformados que aguarda el inicio de un juicio, derivado del caso de "el violador serial de La Calera". Se trata de Lendro Raúl Castañares, condenado a 15 años de prisión, que reconoció haber abusado sexualmente de varias mujeres en esa localidad y en la capital.
¿Su papel? El efectivo está acusado, junto a otros tres colegas, de encubrir a Castañares. Puntualmente, fue quien desalentó a una de las víctimas para que realice la denuncia por el delito y las consecuencias sufridas.
Pese a estar al aguardo del proceso judicial, fue autorizado por el Tribunal de Conducta Policial para que realice tareas operativas, incluida la portación de un arma.
A Alarcón, en tanto, se lo acusa por "privación ilegítima de la libertad" por un caso en Río Segundo. El policía, de 31 años, fue ascendido en los últimos años como cabo primero.
Hugo Luna, abogado de Alarcón, afirmó a Radio Universidad que desconocía la causa previa que tenía su defendido. "En primera instancia yo como todos los abogados de esta causa no tuve acceso a la misma porque es secreto de sumario. Desconozco", dijo al programa Pensavalle Informa.
Y agregó: "Nunca ha tenido una sanción ni de la Justicia ni el Tribunal Policial. Alarcón en sus diez años de trabajo ha sido ascendido dos veces pero nunca estuvo inhabilitado".