Histórico: nace en Córdoba el segundo cóndor criado en cautiverio
El trascendente hecho se logró en el Centro de Rescate Tatú Carreta. Sus padres son cóndores recuperados tras ser atacados con armas de fuego y que no podrán volver a volar. Ahora este nuevo ejemplar estará con sus padres por al menos siete meses y en el futuro afrontará un proceso de adaptación para su posterior liberación.
Un hecho de gran trascendencia para la conservación y promoción de nuestra fauna se logró hace pocos días en el Centro de Rescate Tatú Carreta, al darse el nacimiento de un cóndor en cautiverio.
Es histórico para la provincia de Córdoba. Es que, es la segunda vez que esto se logra en el mismo sitio y en pocos años. El anterior, que fue llamado Yastay (nombre de origen comechingón: el Dios protector de las aves), nació a finales de 2019. En ambos casos, las historias conmueven. Por un lado porque los padres son cóndores recuperados luego de ser baleados o atacados, y que no pudieron volver a volar.
Pero además, porque esta especie, a diferencia de muchas otras aves, se caracteriza porque la incubación y la cría está a cargo de ambos, el macho y la hembra. El proceso cautivó a todo el personal del Tatú Carreta, que interviniendo lo menos posible y con una “cámara trampa” (escondida para no interferir el natural desenvolvimiento de los animales) pudieron seguir de cerca todo el proceso.
Así lo explicó María Ahumada, veterinaria responsable del Tatú Carreta, quien admitió en diálogo con cba24n.com.ar: “Estamos felices y emocionados”.
Es que hace pocos días, y luego de 58 jornadas desde que fue puesto el huevo hasta su eclosión, fueron testigos de este segundo nacimiento de un cóndor en cautiverio en la provincia de Córdoba. Y esta vez se llamará Camin (nombre de origen comechingón: gran valle, en referencia a su presencia en nuestras sierras cordobesas).
“El viernes pasado empezamos a ver que se rompe un poquito el huevo y eso a veces demora unas 12 o 24 horas hasta que termina la eclosión y el nacimiento, y finalmente nació este condorito”, explicó.
En ese marco, reconoció que hubo un seguimiento de cerca en las primeras horas, porque este cóndor nación más débil que el anterior, pero que finalmente se recompuso y cursa sus primeros días con normalidad, al tiempo que no hizo falta una intervención veterinaria.
Ahumada explicó que estos seguimientos y monitoreos se realizan con una “cámara trámpa”. “Tratamos de no invadir donde están ellos para que hagan un ciclo lo más natural posible”, afirmó.
“El macho como la hembra resultaron una excelente pareja, lo están criando re bien”, agregó. Sobre ellos, destacó que en ambos casos se trata de ejemplares que llegaron a ese centro de rescate luego de ser encontrados malheridos, tras ser atacados con armas de fuego. Ambos ejemplares adultos no pudieron ni podrán volver a volar.
El futuro en libertad
La responsable de Tatú Carreta dijo que ahora Camin permanecerá y crecerá junto con sus padres por un período no menor a los siete meses. Pero que luego se trabajará para futura puesta en libertad.
“La idea es que el pichón estará con sus padres unos seis o siete meses y luego se incorpora a una bandada de cóndores juveniles, que se arma desde el Programa de Conservación del Cóndor Andino para ya estar en completo aislamiento y posterior liberación”, explicó.
Es decir, un proceso similar al afrontado por el anterior, Yastay. Para estos fines son trasladados primero a Buenos Aires, por ejemplo al predio del exzoológico o en la Fundación Temaiken, para luego ser liberados por ejemplo en sitios como Sierra Pailemán, en la provincia de Río Negro, un sitio donde se está intentando repoblar con esta especie.
Un ave emblema
El cóndor es una figura emblemática para gran parte de América y por ello hay una preocupación en aunar esfuerzos interinstitucionalmente para trabajar por su conservación y bienestar.
Es un ave que adulto puede pesa entre 9 y 12 kilos. Viven hasta los 70 años aproximadamente y se alimentan de “carroña”, restos de animales y especies muertas.
“Son los basureros de la naturaleza, porque ellos limpian los campos de los animales que se mueren”, graficó Ahumada.
En Córdoba, las Altas Cumbres es región típica de esta especie. Pero su población está distribuida en varios puntos de América, por ello su conservación es un desafío incluso de carácter internacional.