Paramédico dijo que el conductor miraba la tragedia "como si fuera un espectador más"
Ángel Chapi fue el primero en auxiliar a las personas involucradas. Señaló que Alan Amoedo, que manejaba alcoholizado, observaba desde un terraplén sin mostrar emociones
Mientras todavía existe dolor en los familiares y amigos de Sol Anahí Vignolo y Rodrigo Agustín Burgos, fallecidos tras ser embestidos por un conductor alcoholizado en la avenida Circunvalación el día lunes, se conocieron detalles escalofriantes de los segundos posteriores al hecho.
Según señaló el paramédico Ángel Chapi, quien fue la primera persona en llegar al lugar dado que circulaba por la misma vía, al mando del auto homicida iba Alan Amoedo a gran velocidad. Al llegar al lugar de la colisión, metros después de haber presenciado la forma temeraria de manejo de Amoedo, la escena fue terrorífica.
En este contexto, Chapi aseguró que Sol tenía signos vitales "pero lamentablemente no se pudo hacer nada". Rodrigo, a su vez, "estaba muerto directamente". "No había ningún tipo de signo vital que te pudiera decir 'me dio una luz chiquita de esperanza', no había", relató.
El paramédico pudo ayudar a una tercera joven involucrada, Fernanda Guardia, quien sufrió heridas en sus piernas. "Ella me pregunta en ese momento por los otros dos chicos. En el momento le miento, le digo que estaban bien, para no producir un shock mayor", recordó.
Por su parte, Amoedo, el causante de las muertes, estaba observando todo desde un terraplén contiguo "como si fuera un espectador más".