Piden detener al docente acusado de cobrar por aprobar exámenes en Odontología
El abogado del Centro de Estudiantes confirmó que se presentarán como querellantes y aseguró que en el centro "había más de 40 denuncias hechas por ex alumnos de la Facultad".
El abogado Ricardo Moreno confirmó que el Centro de Estudiantes de la Facultad de Odontología se presentará como querellante en la causa penal que investiga el cobro a alumnos para aprobar exámenes.
Asimismo, anticipó que pedirán la detención de Luis Augusto Olmedo, titular de la cátedra de Microbiología e Inmunología A, denunciado como autor del presunto delito.
Moreno indicó a radio Universidad que el martes "se presentaron las más altas autoridades del Centro de Estudiantes de la Facultad de Odontología de la UNC, que me manifestaron tener más de 40 denuncias hechas por ex alumnos de la facultad con respecto a las circunstancias que involucran al profesor".
"La actitud y la conducta de estas personas generó un perjuicio patrimonial, porque aprovechándose del poder que él tenía en cuanto a otorgar o no la posibilidad de la aprobación de la materia que él ejercía, le generó un perjuicio, a muchos de 30 mil pesos, a otros de 50 mil", remarcó el abogado.
El letrado manifestó que el modo en el que operaba Olmedo sería el siguiente: "Él los mandaba a una academia de propiedad suya a los fines de que cobre esta suma. Los estudiantes, para aprobar la materia, tenían que pasar por esa academia, que cambiaba constantemente de dirección pero siempre situada en un lugar de confluencia de estudiantes, en el barrio Nueva Córdoba".
Respecto del pedido de detención, Moreno dijo que un número no determinado de estudiantes y egresados pasaron "por la conducta delictuosa de esta persona", aunque agregó que "habría una connivencia por parte de otras personas que eran parte de este modus operandi y administraban esta academia".
"Esto generó una modalidad muy acostumbrada dentro de la facultad. Sorprende que no se hayan dado cuenta las autoridades que esta persona estaba incurriendo en un delito", concluyó Moreno.
"Hubo miedo por parte de los estudiantes"
El odontólogo Nicolás Tillard, egresado de la Facultad de Odontología de la UNC, relató su experiencia en la cátedra de Olmedo a radio Universidad. "Me recibí en 2012. Primero había incertidumbre, por las cosas que ya se venían escuchando. Había muchos rumores respecto que había un negocio con la materia. Al momento de cursarla entendimos que algunas personas que se preparaban se les hacía más fácil tanto el cursado como a la hora de rendir un examen final. Yo no me preparé porque no tenía dinero para abonar los montos que pedían en una academia que en ese momento estaba en una galería de calle Chacabuco y Obispo Oro, que si no me equivoco se llamaba Academia Odontológica Córdoba", contó en diálogo con Entre nosotros Rebeca.
"Lo que se comentaba es que si uno abonaba el curso, se le entregaban unas planillas con hojas membretadas y entraban a una lista, y de esa lista salían alumnos que no iban a pasar una situación como la que podía pasar un alumno que no abonó el curso. Yo llegué a la instancia de examen final y atravesé varias situaciones", explicó Tillard.
El hoy odontólogo afirmó que en ese momento, él era presidente del centro de estudiantes, entonces "había uno que otro roce. Yo no fui una persona fácil para esa materia, como para la institución ni para la gestión, porque yo peleaba por los derechos de los estudiantes. Se presentaron pedidos de sumario por irregularidades en la cátedra, entonces me extraña mucho. Me sentí insultado porque yo trabajé muchísimo para que se pueda abrir una cátedra paralela, ya que no se buscaba la situación a la cátedra original de Microbiología".
Las autoridades de la facultad, afirma Tillard, le respondían: "Vamos a investigar, vamos a ver. Nunca llegaba a ningún lado esta situación. Cuando fui Consejero de la Facultad pasé a ser una autoridad y ahí tenía en la mesa del Consejo Directivo voz y voto. Todo consta en actas. Se pasaba todo a una comisión donde iba a ser analizado, pero quedaba siempre perdido. De hecho se abre una cátedra paralela, en vez de solucionar el problema, se buscó dejarlo a un costado".
"Si no hubiese complicidad no pudiera haber durado veinte años esta situación. Por parte de los alumnos hay miedo. A mí me bocharon tres veces y a la cuarta hubo un problema muy grande con el profesor Olmedo, donde sí hubo gritos, idas y vueltas, y me presenté a rendir y la aprobé. Tenía compañeros que habían sido reprobados, que habían estudiado conmigo, que sabíamos la materia y a la hora de rendir se les preguntaban cosas que eran imposibles hasta para un docente saberlas. Me quejé en su momento con la vicedecana, y como todo es radio pasillo en esa facultad llegó a oídos del docente, él me increpó en la puerta de la facultad y hasta ahí llegó mi paciencia. Nos re puteamos. En los expedientes que presenté consta todo lo que yo decía de la cátedra y del docente", remarcó.
Y concluyó diciendo que la burocracia "siempre estuvo, pero no porque la haya uno tiene que quedarse callado. Yo peleé hasta el último día por esa cuestión, porque eso afecta al prestigio. El día de mañana uno se recibe y no es lo mismo decir que te recibís de una promoción de 1990 y una posterior. Los criterios cambiaron, en parte son culpa de esa persona, y esto se sabe, no es un secreto, toda la comunidad odontológica lo sabe", aseguró.