Diego Molina, el ahora ex empleado de la casa funeraria Pinier, cuya imagen se viralizó  en medio de un repudio nacional por haberse sacado fotos junto al féretro abierto de Diego Maradona, se entregó el viernes por la noche.

El polémico funebrero se presentó junto con un abogado en la Comisaría Vecinal 15A de la Policía de la Ciudad, ubicada en Guzmán al 300, en el barrio porteño de Chacarita.

El fiscal Roberto Maragliano, a cargo de la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas 25,  investiga de oficio la presunta profanación de un cadáver y la violación de derechos personalísimos (delitos contravencionales) por lo que los tres involucrados no quedarán detenidos.

Este viernes, otra de las personas contratadas por la funeraria, que apareció en una de las dos fotos tomadas junto al cuerpo en el féretro que se viralizaron en redes sociales, había pedido "mil disculpas" por lo sucedido y confirmó que fue despedido de su trabajo.

"Estábamos acomodando antes de llevarlo y mi hijo, como todo pibe, levantó el pulgar y ahí se sacó la foto", indicó Claudio Fernández, en diálogo con Radio 10, en un intento por justificar la captura de esa imagen, que generó un fuerte repudio social.

Luego de asegurar que la foto en la que se lo ve junto a su hijo, "no fue intencional" y que tampoco fue sacada con su teléfono, el hombre aseguró que Maradona era su "ídolo" y pidió "mil disculpas" a su familia y a toda la gente.

Claudio Fernández y su hijo junto al féretro de Maradona
Claudio Fernández y su hijo junto al féretro de Maradona

Por orden del fiscal Maragliano el viernes por la noche fue  allanada la vivienda en la que Fernández vive junto a su hijo en Villa General Mitre, y en operativos simultáneos, se allanaron la casa de sepelios Pinier, ubicada en avenida San Martín al 2.900 y la casa velatoria Tres Arroyos, en la calle homónima al 1.500.