Tranquilidad en el penal de Villa María ante la huelga de hambre de presos
Así lo afirmó el juez de ejecución Arturo Ferreyra, luego del pedido de los internos de revisar la situación de las personas enfermas y en riesgo, y las amenazas de tomar la cárcel.
Luego de que internos del Pabellón 3 de la cárcel de Villa María filmaran un video en el que pedían respuestas por los presos enfermos y en riesgo ante la pandemia, el juez de ejecución penal Arturo Ferreyra afirmó que hay relativa tranquilidad en la cárcel.
"Dentro de los parámetros normales, podemos decir que los pabellones están tranquilos sin violencia. En ningún momento hubo violencia física. Lo que reclaman no es que haya coronavirus en el penal. Lo que manifiestan es que hay personas que estarían en riesgo por tener algunas otras enfermedades", manifestó el juez.
Ferreyra indicó que sobre eso, trabajan desde antes que el coronavirus apareciera. "No tenemos personas enfermas en el penal, salvo que el sistema de salud del servicio penitenciario diga que puede permanecer alojado, por una cuestión humanitaria", expresó.
El penal tiene 987 internos, de los cuales un 60 por ciento son procesados, es decir, que están con prisión preventiva y están a disposición de la fiscalía designada o de la cámara del Crimen respectiva. El 40 por ciento restante son condenados y están a disposición del juez de ejecución. "Yo no tengo potestad para darle la libertad a un procesado", aclaró el magistrado.
También hay 60 internas, pero la población femenina es históricamente menor, expresó Ferreyra. Y apuntó que de todos los presidiarios, no más de 15 son mayores de 60 años.
"Tenemos un seguimiento permanente de los internos. Cualquier persona que tiene alguna patología o enfermedad, tenemos el hospital Pasteur a dos cuadras de la cárcel, por lo que los trasladamos inmediatamente. Si hay algún riesgo mayor, la directiva es mandarlos a Córdoba", afirmó.
El juez reconoció que hubo un primer pedido de liberación en el pabellón 13, que involucró a unos 48 presos y que de acuerdo con el magistrado llevará tiempo en responder por los informes médicos y judiciales que hay que elaborar por cada caso.
El lunes trascendió un segundo pedido, que motivó la huelga de hambre de algunos internos. "Cuando apareció el segundo reclamo me sorprendió, porque ellos tienen comunicación directa conmigo. Yo personalmente los atiendo. El diálogo es permanente", aseguró.
En un contexto en el que hubo problemas similares en penales de Devoto y Mendoza, Ferreyra afirma que estos presos "están tratando de aprovechar la situación y ver si logran algo que la ley no dice. Lamentablemente este reclamo es para los legisladores, no para la justicia. Ellos son que tienen que rever cómo se cumplen las condenas que se imponen", para agregar que los artículos 13 y 14 del Código Penal son los que establecen cómo se deben cumplir las condenas.
Respecto del beneficio de la prisión domiciliara por causales de salud, Ferreyra recordó que está contemplado por el Código Penal. "Corresponde que se otorgue ese beneficio más allá del coronavirus. Frente al coronavirus, lo que hay que hacer es extremar las medidas de control y de seguimiento para ver si hay personas con mayor riesgo, para ver si no nos percatamos, y otorgárselo. Está en el marco de la ley", afirmó.
Sobre la resolución de la cámara de Casación bonaerense de otorgar la libertad a presos con causas menores próximos a cumplir la condena, Ferreyra apuntó que en Buenos Aires tienen una sobrepoblación carcelaria excesiva, por lo que se contemplan esas excepciones para otorgar la libertad anticipada. "Para nada se entiende que le van a dar la libertad a personas que cometieron delitos muy graves o que les falta mucho para cumplir el total", adujo.