La violencia machista no cesa ni deja de conmover: en las primeras horas de este miércoles se produjo un nuevo femicidio, esta vez, en la localidad bonaerense de General Madariaga. Allí un efectivo de la policía de la provincia de Buenos Aires fusiló de cuatro tiros a su pareja y luego se suicidó. 

Ocurrió en una vivienda ubicada en la calle Fray Justo Santa María de Oro y Arias, donde según testimonios de vecinos, momentos antes se produjo una discusión entre la víctima, identificada como Graciela Noemí Fuentes, y su asesino, Franco Mauricio Torres, un oficial de policía bonaerense que cumplía funciones en la Dirección de Inteligencia Criminal en Pinamar.

Según informaron medios locales, la mujer se oponía a que el hombre mantuviera contacto con su hija de 13 años, ya que sospechaba que el femicida abusaba de la menor e iba a denunciarlo.

Fue entre gritos que se escucharon al menos cuatro disparos, según contaron los vecinos del lugar, que inmediatamente llamaron al 911.

Al llegar, los policías encontraron a la mujer tirada en el piso, boca abajo, con pérdida de sangre desde el abdomen, y al hombre con un disparo en la cabeza, y a su lado una pistola 9 milímetros.

Peritos de la Policía Científica trabajaron en el lugar a la orden de la UFI N ° 8, en un hecho caratulado homicidio seguido de suicidio.

La Multisectorial de Mujeres convocó una marcha para hoy en las puertas del municipio para pedir justicia y exigir mecanismos de protección a las víctimas de violencia.

El femicidio se conoce un mes después del crimen de Úrsula Bahillo, la joven de 18 años asesinada de 15 puñaladas en la localidad bonaerense de Rojas. Su ex novio, un suboficial con carpeta psiquiátrica, la asesinó a cuchilladas.

A pesar de que había 18 denuncias en contra de Rojas, nadie de la Justicia ni de la Policía hizo nada para preservar la vida de la joven.  

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Fuente: Clarin