Proponen políticas para reducir la brecha digital educativa en esta cuarentena
Existen distintas políticas públicas que pueden contribuir a reducir la brecha digital en el contexto de la pandemia de coronavirus. Plantean siete alternativas de alianzas utilizadas en países del mundo que podrían aplicarse en Argentina.
Se trata del informe “¿Qué alianzas hay entre gobiernos y empresas de telecomunicaciones frente al COVID-19?”, del Observatorio Argentinos por la Educación.
Este trabajo contó con la autoría de Carolina Aguerre, profesora e investigadora de la Universidad de San Andrés, quien en la Crónica Matinal por Canal 10 explicó las propuestas de políticas públicas que podrían aplicarse en Argentina para ampliar el acceso de jóvenes a medios educativos virtuales.
1. Rating cero para contenidos educativos
Consiste en generar acuerdos con los operadores de internet móvil para que ciertas páginas de contenido educativo sean de acceso gratuito para cualquier persona con una computadora o dispositivo móvil.
La operadora de internet móvil que adopte esta política puede detectar a través de su sistema de cobros los sitios que están siendo utilizados y establecer –previo acuerdo con el Ministerio de Educación– qué sitios deberían tener acceso gratuito irrestricto. Esta clase de política fue la adoptada en el desarrollo de “Facebook Zero”, implementada en varios países de África en 2013.
En Argentina, ha habido acuerdos con compañías de telecomunicaciones para liberar distintas plataformas, como “Seguimos Educando” (https://www.educ.ar/).
2. Elevar el límite de datos para contenidos educativos
La propuesta es, para aquellos usuarios que ya tienen planes de datos determinados, proporcionarles acceso gratuito a más datos exclusivamente para fines exclusivamente educativos. Un caso de implementación de esta política es Turquía, donde los estudiantes que, por ejemplo, tenían acceso a 4 GB en su plan original, a partir de la cuarentena pueden contar con 4 GB adicionales sólo para fines educativos (es decir, un total de 8 GB).
3. Envío de contenido educativo vía SMS
De este modo, cualquier usuario que lo solicite, sin necesidad de tener acceso a internet, podrá enviar contenidos educativos por mensaje de texto.
Esta otra política requeriría también de un acuerdo entre el Estado y las empresas telefónicas.
Un caso de utilización de este medio fue Wikipedia Zero, que llegó a estar disponible en 72 países a través de acuerdos con 97 operadoras de telefonía móvil. El usuario solo debía enviar un SMS al número de teléfono de Wikipedia solicitando información sobre un tema, y recibía una respuesta automática con links gratuitos a artículos relacionados. Esta tecnología en principio parece obsoleta, pero no habría que descartar posibles usos.
4. Asignación de acceso preferencial para contenidos educativos
Se podría acordar que los proveedores de internet brinden acceso preferencial a un cierto ancho de banda para la navegación de páginas educativas. Esto permitiría que todas las personas que accedieran a una página predeterminada tuvieran mejor conexión a internet y pudieran acceder al contenido con mayor velocidad. Hay quienes desaconsejan una política de este tipo por el postulado de la neutralidad de la red, que a su vez está recogido en la normativa argentina.
5. Distribución de dispositivos tecnológicos
Esta propuesta ofrece también alternativas para reducir la brecha digital. En el primer caso, en Argentina existe el antecedente de Conectar Igualdad, y otros programas provinciales de reparto de dispositivos (netbooks, tablets, etc.).
6. Provisión de tarjetas SIM
Que las mismas cuenten con acceso gratuito a internet o a ciertas páginas educativas para estudiantes y docentes podría resolverse por medio de acuerdos con empresas de telecomunicaciones, con el desafío de implementar procesos sencillos y expeditivos de registro de los chips.
7. Establecimiento de puntos de acceso público a internet
Consiste en una medida que resulta eficiente para dar conectividad en puntos estratégicos de mucha circulación y en barrios carenciados con alta densidad de población. En un contexto de pandemia, esta estrategia tendría mayor utilidad en la medida en que los puntos de acceso tuvieran alcance suficiente para llegar a los hogares.