Villa Icho Cruz es parte de un área natural protegida, declarada por el gobierno de la provincia de Córdoba como Reserva Recreativa Natural “Valle del Cóndor”. Así, la naturaleza se conjuga con el turismo que crece significativamente, con una consigna de sustentabilidad y respeto por las costumbres locales, que se justifica ya que su población, de 4.500 habitantes estables, en temporada alta se cuadruplica.

Situada en el sur del Valle de Punilla, a 10 kilómetros de Villa Carlos Paz y 47 kilómetros de Córdoba, por ruta nacional 20, esa cercanía la convierte en un típico paseo por el día desde la capital provincial. Pero su oferta no se limita a las opciones diurnas, sino que también la noche tiene sus atractivos: ferias artesanales y comerciales, restaurantes y artistas callejeros le ponen un condimento distinto.

En verano, la arena blanca y el agua clara hacen de este balneario uno de los más concurridos en cercanías de Villa Carlos Paz.

También el salón de usos múltiples El Faro cuenta con ciclos culturales y exposiciones de pintura, escultura, fotografía y recitales de música. Y no sólo el centro es un polo de reunión nocturna, ya que en Las Aguadas, con un magnífico marco natural, hay recitales (esto ocurre en el verano).

Pero esta propuesta no es solo para los adultos; también los más chicos cuentan con un espacio reservado para ellos en el centro, donde pueden pintar y expresar sus cualidades en forma libre y gratuita.

Para el fin de semana extra largo de junio, Icho Cruz se prepara con todo para recibir a un público ávido de paz y energía positiva.

Caminante no hay camino

Una propuesta interesante es el senderismo, aprovechando las soleadas siestas de otoño un atractivo superlativo es caminar por Villa Icho Cruz.

En ese sentido, hay que destacar dos alternativas. Una de ellas es la caminata al Milagro, de dos horas de duración, con 7.800 metros de recorrido y un desnivel de 200 metros. Es de dificultad alta, por la extensión del recorrido. Parte por avenida Argentina hacia el barrio Icho Cruz Sierras, donde están las propiedades más valiosas de la villa; luego de trasponer el lugar, a la derecha se puede divisar el cordón de las sierras, bordeado por la ruta provincial 14 que lleva a Villa Carlos Paz en un sentido y a Mina Clavero en el otro.

El entorno de vegetación típica de montaña, con algarrobo criollo, horco molle, chañar, mistol y espinillo, conduce hacia un lugar ideal para la fotografía: allá al fondo, esperando el “clic”, está el encanto del río Icho Cruz.

Los líquenes que se pueden observar en las piedras, a los costados del camino, dan la pauta de que todavía hay lugares no contaminados. Entre el murmullo del río y el canto de zorzales, calandrias, carpinteros y colibríes, se arriba al final de un recorrido extenso, pero que queda grabado por siempre.

Otra opción es la caminata a Cuesta Blanca, también con dificultad alta por la extensión, 7.200 metros, con un desnivel de 400 metros. También se parte por avenida Argentina, hacia el balneario (si es temprano, podrá presenciar la lucha entre garzas y patos silvestres por engullir mojarritas); se cruza el puente y ya está en Tala Huasi.

De ahí hay que caminar con el marco de una vegetación propia del bosque serrano y doblar hacia la izquierda para ir a Cuesta Blanca. Si lo hace a la derecha se dirigirá hacia Cabalango. Unos cuantos metros más adelante está el puente de Cuesta Blanca; se cruza, y caminando en dirección a la izquierda, con una subida pronunciada, se encuentra la ruta 14. Allí se gira hacia la izquierda y se llega a la avenida Argentina, donde empezó la caminata.

Caminatas por senderos increíbles, uno de los tantos atractivos en Icho Cruz.

Sólo para expertos

Otro lugar recomendable para visitar, pero que merece una excursión en vehículo, es la naciente del río Icho Cruz, en Pampa de Achala, donde se unen los ríos Malambo y El Cajón. Este es un lugar único e irrepetible pero hay que tener una preparación y las condiciones psicofísicas para llegar al lugar.

Un lugar donde las paredes de las sierras encajonan al arroyo, y se puede observar la diversidad de la flora: tabaquillos, cortaderas, helechos, la peperina que ya sufrió las primeras heladas.

Los sonidos de la naturaleza están a pleno en este paraje, con cascadas que ahora tienen poca agua pero cuando empiece a llover serán grandiosas. El nacimiento del rio Icho Cruz, que es la junta de los arroyos Paso de la Esquina y Paso del Bayo, y allí se puede ver la unión de estos arroyos.

Cuando te dirigís hacia la naciente del río Icho Cruz, se pasa por varias ollas. Claro que en esta época del año no hay agua, pero sin duda la invitación para fin de año (cuando la lluvia origine verdaderas piletas naturales) que nuestros cuerpos percibieron es de energía y renovación. También para este paseo no hay que olvidar el camino por la ruta vieja hacia Copina, donde el color ocre del otoño se asemejan al pincel de grandes de la pintura universal.

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