Caminar por las callecitas de Isla Grande tiene un no se qué…su principal área urbana es la Villa de Abrazo con cerca de 4.000 habitantes, conocida como la «capital» de la isla. Su actividad económica gira en torno a la pesca y, en la actualidad, al turismo.

La Bahía de Isla Grande, en el Estado de Río de Janeiro, cuenta con un centenar de Islas y más de 2000 playas. Si uno busca el paraíso Isla Grande reúne todos los requisitos por su tranquilidad y naturaleza viva.

Foto: Gustavo Arnoldt
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Para llegar a Isla Grande hay que tomar un bus, transfer o bla bla car (una aplicación que te permite viajar con un conductor que justo tiene que ir a ese lugar y los costos son menores) hasta Angra do Reis. De ahí tiene que tomar una embarcación hasta Isla Grande y la empresa Mariana Tours realiza distintas excursiones con un nivel de calidad superlativo.

Foto: Gustavo Arnoldt
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Realizamos el paseo de la Media Vuelta a la Isla Grande saliendo desde Abraun y recorriendo las playas de Laguna Verde y Laguna Azul donde se puede hacer snorkel. Luego viene la playa Saco do Seu, donde pudimos tener en nuestra mano una estrella de mar por primera vez en la vida. Realmente fue una experiencia cautivante y asombrosa. Es importante recordar que no se puede sacar del agua a la estrella de mar, más de 10 segundos porque se muere.

Foto: Gustavo Arnoldt
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En cada playa la lancha para una hora y la atención de los integrantes de Mariana Tours es excelente. Hay una conservadora con hielo y agua mineral gratuita, se puede llevar también frutas, y alguna cerveza ya que no se venden bebidas en la lancha, que tiene características técnicas sensacionales como dos motores de 300 caballos de fuerza cada uno que, en un momento, al elevar la velocidad aprecias el viento y mar en un éxtasis singular.

Un paseo fantástico en la Isla Grande

Creo que cuando vislumbra estos lugares toca el cielo con las manos. Además, la Isla cuenta con infraestructura hotelera y gastronómica que ha crecido muchísimo, aunque al caminar sus calles se nota ese estilo de vida tan particular alejado de todo materialismo. 

Foto: Gustavo Arnoldt
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TARIFAS

Los precios en el sector céntrico no son accesibles pero cuando uno de aleja hacia la zona de las laderas de los morros de la isla los precios bajan. Hay muchísimos argentinos, y especialmente cordobeses que viven en la Isla. María una argentina que lo eligió a este lugar para vivir nos dice “mando a mi hijo de 7 años en bicicleta al colegio, eso no tiene precio”. Y la verdad que tiene razón, la seguridad y tranquilidad es el pan nuestro de cada día.

Foto: Gustavo Arnoldt
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Para terminar el día (en esa zona de Brasil a las 18 ya es de noche), llegamos al restaurant Coquille, donde pudimos degustar un pez con salsa de maracuyá y, como si eso fuera poco, con una caipiriña. Bingo, que más pedir, son seis horas a pura naturaleza para disfrutar un día único e irrepetible.

Foto: Gustavo Arnoldt
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Otra opción recomendable (foto) es la Crepperia Tropicana, que tiene a los crepes y waffles como sus platos más emblemáticos. Cuenta con 20 tipos de creppes y su costo va de 30 a 60 reales, y cada creppe tiene el nombre de las islas cercanas como, por ejemplo, Aventurero que degustamos. Tiene camarones, palmitos y queso cremoso. 

Un trago que recomendamos es “Jorge Amado” en memoria del gran escritor brasileño y cuenta con limón, maracuyá, clavo de olor y la Cayaya Gabriela. Esta Creperia Tropicana está ubicado del puerto donde llegan las embarcaciones 100 metros a la derecha. Además tienen músicos en vivo todas las noches. Un pecado no conocerlo.

Un paseo fantástico en la Isla Grande