En medio de caídas generalizadas de los principales indicadores económicos en Argentina, en un contexto de alta inflación y caída del poder adquisitvo de los salarios, en el primer trimestre del año, 3,2 millones de personas se sumaron al vasto lote de la pobreza en Argentina.

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AsÍ lo detalla un informe de la Universidad Di Tella, que revela que 22,6 millones de personas son pobres en el país, sobre una población total de 46,8 millones de habitantes, lo que equivale a decir que casi la mitad de la población hoy es pobre en Argentina.

El gráfico muestra como creció la curva de pobreza en los últimos meses. Infografía: Nowcast de pobreza/Universidad Di Tella

Ese número implica un fuerte salto respecto a los 19,4 millones en los que había finalizado el 2023, según los últimos datos oficiales del Indec.

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Son datos del Nowcast de Pobreza, realizado por Martín González Rozada, investigador de la citada universidad. El estudio estima la incidencia de la pobreza, medida en términos del porcentaje de personas que viven en hogares pobres, en forma semestral. 

Se actualiza todos los meses y la estimación está basada en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC junto a proyecciones de la canasta básica total (CBT), utilizando el Indice de Precios al Consumidor y a proyecciones de los deciles de ingreso total familiar. 

El estudio muestra como creció la cifra de pobres en el país desde el mes de diciembre, cuando Javier Milei asumió como presidente. 

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Revela que la incidencia proyectada es un promedio ponderado de una tasa de pobreza estimada en 44,9% para el cuarto trimestre de 2023 y 51,8% para el primer trimestre de 2024, es decir una suba del 7% en tres meses.

De esta manera, queda en evidencia como parte de la población considerada de clase media, cayó en la pobreza en los últimos cuatro meses, signados por una inflación acumulada del 90 por ciento, con salarios y jubilaciones que no aumentaron en línea con el aumento del costo de vida, lo que generó caídas en el consumo, en las ventas y en la actividad económica en general.

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En ese sentido, otro estudio, en este caso de la Universidad de Avellaneda (Undav), resalta que “se pasó de un salario medio que era alrededor de 20 por ciento mayor a la línea de pobreza de un hogar de 4 integrantes, a un salario medio que, en febrero fue 10 por ciento menor”.

En números, en marzo una familia tipo de 4 integrantes necesitó 773.385 pesos para no ser pobre. El salario medio de los trabajadores formales no llegaba a 620.000 pesos en el mes de febrero y alcanza los 687.000 pesos suponiendo un incremento de 11 por ciento en marzo. 

En otras palabras, un salario formal medio se encuentra 10 por ciento por debajo de la línea de pobreza de un hogar tipo, cuando este era 20 por ciento mayor el año pasado.

En los primeros meses de la gestión Milei, los fuertes aumentos en alimentos, combustibles, transporte, educación y medicina pre paga entre otros, tuvieron gran impacto en la economía familiar, que además vio como cayó elpoder adquisitvo de sus ingresos, ya que salariios y jubilaciones quedaron retrasados con respecto a la inflación.