Desde el 18 de julio se conmemora el mes de la alergia a la proteína de la leche de vaca
Afecta a más de 15 mil bebés por año en la Argentina. Sus síntomas más habituales son vómitos, cólicos, erupciones cutáneas, diarrea, moco y sangrado en materia fecal
A partir de este 18 de julio se conmemora en Argentina el mes de la alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV). Se trata de una patología que afecta a más de 15 mil bebés por año en la Argentina.
Así lo difundieron desde la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC) mediante una gacetilla de prensa.
Algunos de sus síntomas más frecuentes suelen ser vómitos, cólicos, erupciones cutáneas, diarrea, moco y sangrado en materia fecal.
Como algo menos habitual, esta alergia también puede presentarse con cuadros graves e incluso con riesgo de vida, como con la anafilaxia.
Para poder tratar la patología, se recomienda la llamada "dieta de exclusión", donde la madre que amamanta no debe consumir lácteos ni alimentos que contengan la proteína.
Además, el bebé debe seguir la misma dieta cuando una vez que comience a comer por sus propios medios.
Para cuando no se pueda realizar la dieta, existen fórmulas medicamentosas cuya cobertura se encuentra plenamente garantizada por la ley nacional n° 27.305.
En ese marco, la Dra. Karina López, médica pediatra y especialista en Alergia e Inmunología Infantil, afirmó:
“Por lo general, la APLV se desarrolla durante el primer año de vida y suele pasar tiempo entre los primeros síntomas, la alerta de sus cuidadores y, finalmente, el diagnóstico y tratamiento. Durante este período, se afecta la calidad de vida tanto de los niños y niñas como de su entorno familiar e inclusive, en algunos casos, puede producirse una mala progresión de peso en el infante con consecuencias para su desarrollo futuro.”
López es, además, Directora del Comité Científico de Alergias Alimentarias y Anafilaxia de la AAAeIC.
En cuanto a la duración de la afección, la médica pediatra explicó que la condición suele ser transitoria y que la mayoría de los niños la resuelvan a los 2 o 3 años de edad. "Sin embargo, existe un pequeño porcentaje que continúa con la alergia durante la vida adulta", afirmó.