La política de desinversión que lleva adelante el gobierno nacional, desfinanciando al sistema tecnológico y científico de Argentina, se evidencia también en el Instituto Balseiro donde, según su director, se aceleró la cantidad de docentes que renuncian porque se van del país o al sector privado y admitió que aún no tienen ni un solo inscripto para las carreras de doctorado.

Foto: ib.edu.ar

Pasado y presente de un emblema de la ciencia

El Instituto Balseiro está ubicado en la ciudad de Bariloche, provincia de Río Negro y está por cumplir 70 años, fue creado el 22 de abril de 1955, durante la segunda gestión de Juan Domingo Perón que ya venía invirtiendo en la materia desde fines de la década del cuarenta. Unos meses después Perón sería derrocado y todo el aparato científico y tecnológico pasaría a recibir la embestida de los múltiples golpes militares (por ejemplo, La Noche de los Bastones Largos durante la dictadura de Juan Carlos Onganía). También, este instituto en particular, sufrió el golpe de la muerte prematura de su impulsor Carlos Balseiro en 1962. Sin embargo, siempre siguió funcionando. Los noventa y las políticas de desfinanciamiento al sector y la destrucción de la industria provocaron una de las peores “fugas de cerebro” que padeció Argentina.

Según datos publicados por La Nación en abril de este año 2024 el Instituto Balseiro formó, desde su surgimiento, a 2944 profesionales que egresaron de sus 11 carreras, tiene “801 graduados de la licenciatura en Física, 434 de Ingeniería Nuclear, 142 de Ingeniería Mecánica y 50 de Ingeniería en Telecomunicaciones. Y a nivel de posgrado, el IB tiene 1517 egresados”.

Mariano Cantero es director de la institución desde 2019, es ingeniero nuclear egresado de dicha institución y doctor en Ingeniería Civil por la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, Estados Unidos. Entre el 2000 y 2010 vivió allí, volvió al país y desde 2010 es docente del Balseiro.

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Hoy quien tiene un cargo simple de docente, es decir 10 horas semanales de dedicación, cobra un salario de 180 mil pesos. Se trata de algunos de los profesionales más capacitados del país, sin embargo con estos sueldos no llegan a cubrir sus necesidades básicas y, tal como ocurrió en otros momentos de la historia, buscan horizontes laborales fuera del país o desde el país pero trabajando para empresas extranjeras.

Cantero explicó esta semana en dos notas a medios argentinos, una de ellas brindada a elciudadanoweb que “entre el último semestre de 2023 y el primero de 2024 se perdieron 55 docentes, entre los que hubo 10 jubilaciones y 45 renuncias. El segundo semestre de 2024 siguió la misma línea, hoy se cuentan 62 en total.” y destacó que “el patrón que se ve es que renuncian docentes de entre 40 y 45 años y estamos logrando incorporar docentes de 28 años recién doctorados. Ahí hay 15 años de pérdida de experiencia. Vamos a tardar 15 años en volver a tener esa experiencia”, relató.

Además es la primera vez que para esta fecha, mediados de octubre, no hay ningún estudiante inscripto para los doctorados. Habitualmente se incorporan entre 15 y 25 cada año. En esas entrevistas Cantero dijo sin rodeos: “Estoy desesperado”.

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Tal como indica su sitio web dentro del campus se encuentran “laboratorios de investigación, laboratorios para prácticas, aulas, el reactor nuclear RA6, biblioteca, viviendas de los profesionales que allí residen y alojamientos de estudiantes, jardín maternal, comedor, cajero automático y banco, almacén y espacios para diversos deportes”.

El Instituto depende de la Universidad Nacional de Cuyo (Uncuyo) y de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Quienes ingresan al instituto público reciben becas de la CNEA que les permiten dedicarse a la formación de manera exclusiva:

Además, es una unidad académica integrada al Centro Atómico Bariloche (CAB) y las personas que ingresan a estudiar en el instituto reciben becas de la CNEA para dedicarse de forma exclusiva al estudio.

Se dictan carreras de grado en Física, Ingeniería Nuclear, Ingeniería Mecánica e Ingeniería en Telecomunicaciones. Es la única institución del país donde se dicta Ingeniería Nuclear en nivel de grado. También se brindan siete carreras de posgrado: la especialización en Aplicaciones Tecnológicas de la Energía Nuclear (Ceaten), las maestrías en Física, Física Médica e Ingeniería y los doctorados en Física, Ingeniería Nuclear y Ciencias de la Ingeniería.

Otra de las cuestiones en las que hizo foco Cantero es que la falta de actualización presupuestaria sumado al enorme costo de vida en general y en particular en una ciudad tan turística como Bariloche, empuja a muchos a buscar otros horizontes laborales, aun cuando desean desarrollarse en el país y en lo público. Por eso, casi en un ruego Cantero señaló: “Las instituciones son las personas y se nos están yendo”.

Los países desarrollados comparten una mirada: la inversión en Ciencia y Tecnología es ineludible. En Argentina hubo políticas de Estado tendientes a esto y hasta se aplicó, hasta la gestión anterior, el programa Raíces que buscaba repatriar a científicos argentinos que estuvieran en el exterior. Hoy el Estado va en dirección contraria.

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La fuga de cerebros: realidad que derriba un mito

En Data Universitaria de Canal 10, hace algunas semanas estamos detrás de un trabajo de investigación muy profundo, tratando de adentrarnos en el tema de la situación que se vive en el instituto Balseiro de nuestra Argentina.

En esta primera de una serie de notas que haremos al respecto, es necesario destacar que el Instituto Balseiro es el gran formador de los cerebros que tenemos en la Argentina en cuanto a la física y la física nuclear, que no solamente estudian sino que trabajan en investigaciones, en el Arsat, en el instituto de energía atómica de Bariloche, por lo que es importante mostrar qué es lo que está pasando.

Los científicos del Balseiro son los máximos pensadores, los que más saben, los mejor catalogados y los más capacitados, pero al querer saber cuánto cobra de sueldo un docente del instituto nos damos con la tremenda sorpresa que rondan los $180.000, por lo que lo que pasa es que se están yendo del país, por eso cuando hablamos de fuga de cerebros, estamos hablando de esto, lo que sucede en el Balseiro, como en otros lugares, pero en este lugar que es tan emblemático y respetado a nivel internacional, llama la atención y preaocupa.

Debido a esta sangría, podría decirse que se está desmantelando al Balseiro, ya que los datos que se conocen son contundentes y al decir de Mariano Cantero, el Director del Balseiro, que se manifestó desesperado porque “las instituciones son las personas y se nos están yendo.”

Según Cantero: “El impacto de perder recursos humanos hoy es mucho más extremo con respecto a lo que sucedía hace 30 años...” y agregó que “trato de ser muy cuidadoso con la investidura presidencial y con los legisladores, pero hay que contar fría y crudamente la realidad que estamos pasando, si esto se espiraliza a este ritmo, vamos a tener un problema muy grande porque la ciencia y la tecnología avanzan muy rápido no dan respiro...” y “rápidamente quedaremos relegados en temas nucleares”, concluyo el director del Balseiro al detallar la situación y referirse a los temas e investigaciones en las cuales estábamos siendo prácticamente los primeros y muy avanzados a nivel internacional, de esto hablamos cuando hablamos de fuga de cerebros en la Argentina.

Fuga de cerebros en Argentina: el sistema científico nacional en crisis

Ahondando en la historia de este faro de la investigación en la Argentina, nos encontramos con un informe realizado en el año 2009 por el periodista Hernán Ronco para Canal 10, quien destacó “qué importante que es el trabajo del Balseiro para la educación Argentina y latinoamericana, en la investigación y es el único lugar donde se enseña la carrera de ingeniería atómica, donde Argentina lleva una delantera respecto de otros países, por lo menos hasta este momento, por las distintas investigaciones que se fueron logrando...”

Ronco remarcó los comienzos del Balseiro “en la época de Perón con una isla, la isla Huemul, en la posguerra se intentó hacer un desarrollo atómico que después quedó en la nada, pero que José Antonio Balseiro, que era cordobés y murió a los 43 años, después de haber creado el Instituto al que después le pusieron su nombre, estudió en el Colegio Monserrat o sea que es hijo de la Universidad Nacional de Córdoba, hijo de de la universidad pública, hizo posgrados en Inglaterra y luego fue asignado por Perón para desarrollar este proyecto que lo vio nacer al Balseiro y al tiempo falleció.

“El Balseiro va a cumplir 70 años el año que viene”, destacó el periodista para referirse a la fuga de cerebros al decir que “es el faro, lo que más quería traccionar esto de la excelencia académica, porque no cualquiera entra en el Balseiro, no es fácil, no cualquier investigador/a, son ciencias duras por lo general, muy exigentes, que requieren de mucho tiempo, el que está ahí tiene que vivir en ese lugar, docentes y alumnos conviven en ese predio de 46 hectáreas que está a 9 km y medio de la ciudad de Bariloche, entre el Yao Yao y la ciudad de Bariloche, es un lugar paradisíaco, pero también muy solitario y en donde hay que concentrarse mucho. Es un lugar de investigación para facilitarles la vida para quienes puedan desarrollarse, hay jardín de infantes, hay un banco, hay cajero automático, comedor, hay como un campus, realmente bien desarrollado.”

Ronco se manifestó preocupado respecto de los datos que hablan de que “muchos de los profesores (del Balseiro) ya se quieren ir, se han ido o que se fueron, que los cursos de doctorado no tienen inscriptos, nada más y nada menos que en el Balseiro, donde hay un reactor nuclear, donde se enseña para la medicina nuclear, con ese reactor que tiene una capacidad específica para esto, un reactor de baja potencia, que si vos lo visitás, podés ingresar en el reactor, dar toda la vuelta por el reactor y los los científicos te explican cuál es su función para el aprendizaje. Te cuentan cómo es el procedimiento para poder aprovechar toda esa energía y de ahí salen después los que más conocen al respecto...” para agregar que “da mucha pena porque sabemos que esto es una tradición para la República Argentina”, y contó que “en el lugar hay un laboratorio donde pude hablar con los científicos y con los estudiantes, buscaba estudiantes cordobeses para preguntarles, porque es realmente de otro nivel y ellos desmitificaron todo y destacaron que están dedicados durante muchísimas horas a investigar y por eso son tan valiosos y da mucha pena que se fuguen cerebros, porque la industria argentina, el progreso de la Argentina, requieren esa capacidad.”

“Te vas, por tu bienestar, por tu por tu futuro, por tu proyección, sabiendo que te pueden llegar a apreciar en otros países, que te pueden dar un respaldo mínimo económico para que puedas seguir desarrollándote, porque si te dicen no servís para nada y además no te voy a pagar nada y, te vas”, sentenció Ronco y agregó “justamente en los próximos días, el próximo 8 de noviembre hay un certamen, un concurso de proyectos en el Balseiro, que se llama IB 50k y es para proyectos que tengan que ver con Inteligencia Artificial y tecnologías aplicadas al desarrollo de proyectos en la República Argentina y hay premios por 50.000 dólares o sea con qué ánimo pueden llevar adelante un concurso que se va a dar ahí mismo, en la avenida Bustillo donde está situado el predio del Balseiro, están convocando a proyectos cuando por otro lado ves que se te van los profesores y no hay inscriptos en los doctorados, da mucha pena”, concluyó.