La ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, comparó la disputa de soberanía que la Argentina mantiene con el Reino Unido por las Islas Malvinas con una disputa entre un propietario y un inquilino por un departamento.

“Nosotros somos los legítimos dueños y ellos son inquilinos y algunos pensarán que son okupas”, afirmó la canciller cordobesa, durante un almuerzo organizado por el Rotary Club de Buenos Aires.

Además de la insólita metáfora, Mondino detalló que la política que puso en marcha el gobierno de Javier Milei sobre Malvinas busca terminar con la “agresividad” entre ambos países.

“En los últimos años hubo hasta agresividad. Si una empresa opera en las islas no puede operar en Argentina y así un montón de temas donde hemos presentado quejas a países vecinos por permitir que aterrice un avión que luego siguió a Malvinas. Eso con nosotros se terminó. Queremos tener una relación razonable, donde consideramos que nosotros somos los legítimos dueños del departamento, del departamento llamado Malvinas, y ellos, con suerte, son inquilinos, aunque algunos pensarán que son okupas. Pero nosotros somos los dueños de ese lugar y lo que queremos hacer es mantener una relación en donde podamos trabajar en conjunto”, afirmó la funcionaria.

La ministra fue consultada por los periodistas presentes a cerca de la soberanía sobre las Islas Malvinas, a lo que Mondino respondió con otra pregunta: ¿La agresividad que hemos tenido durante estos últimos años contribuyó en algo?, y seguidamente se autorespondió: No, afirmó.

"Antes de la guerra del 82, las maestras y maestros de Argentina iban y venían de Malvinas, había Gas del Estado, había una comunicación con las islas que se perdió y sobre todo en los últimos pocos años hubo hasta agresividad con empresas que operan en las Islas y no pueden operar en Argentina”, explicó.

Finalmente la ministra libertaria planteó un escenario de cooperación con los Kelpers y Gran Bretaña más allá de la disputa por la soberanía.

“Tenemos algo que se llama Blue Hole, que nos daría la posibilidad de estar fiscalizando, controlando, porque es algo que es muy importante desde el punto de vista medioambiental y no lo estamos haciendo ni ellos ni nosotros. Tenemos que empezar a ver en algunos temas comunes, pero que no implican soberanía. Un trabajo en conjunto, sino hoy no la hace nadie”, cerró la canciller argentina.