La licuación de jubilaciones explica el 44,5% del superávit fiscal de enero
El Gobierno recortó $890.000 millones. En el mercado consideran que es insostenible mantener dicha situación.
Las felicitaciones del presidente Javier Milei a su ministro de Economía, Luis Caputo, por el resultado superavitario de enero de las cuentas del Sector Público Nacional (SNP) no tienen en cuenta sobre quién recayó realmente el peso del ajuste.
De cada 100 pesos de superávit primario conseguido en enero, $44,5 lo aportaron los jubilados, con un menor poder de compra.
Si se toman en cuenta los tres principales rubros que aportaron el 79% del total del achique además de jubilaciones, 22,5 puntos porcentuales lo aportaron los consumidores a través de menores subsidios, y 12 puntos los empleados del Estado que no recibieron un incremento de sus sueldos en la misma proporción en la que subió la inflación.
A través de la suba de impuestos, que en general lo termina pagando toda la población, por mayores costos, se recaudaron $0,43 billones, de modo que colaboraron con el resultado final el 21,5%.
Los datos figuran en un informe de la sociedad de bolsa Portfolio Personal Inversiones (PPI). Allí se destaca que el resultado abrumador de enero, que contó de un superávit primario de $2 billones, y uno financiero, de $518.000 millones, se basó en una impresionante licuación de gastos público del 39,4% real.
El estudio precisa que “el gasto primario se desplomó 39,4%, lo que representó una contracción de $2,69 billones en pesos constantes en la comparativa anual”. En las estimaciones de PPI, los gastos primarios corrientes se hundieron 35,3% real anual, equivalente a $2,22 billones.
Eso, a su vez, se replica por una caída de 29,7% o $1,13 billones en prestaciones sociales, explicado en casi 80% por la merma en jubilaciones y pensiones (-38,1% o $-0,89 billones) debido al retraso de la fórmula de ajuste de los haberes en función de la inflación.
También se produjo una “contracción de 64% o $0,45 billones en los subsidios económicos, que es prácticamente en su totalidad un recorte de los subsidios energéticos (-77,2% o -$0,37 billones) por la postergación de transferencias a CAMMESA".
Por otro lado, hay un achique real del 28,3% o $0,34 billones en los gastos de funcionamiento, basado mayormente en una licuación de los salarios del sector público (-27,2% o -$0,26 billones)
Y, finalmente, cabe recordar que a los gobernadores de las provincias el gobierno de Javier Milei les recortó el 72% o $0,16 billones de las transferencias corrientes. Los gastos de capital, es decir, la obra pública se desplomaron 86% real o $0,47 billones, llevándose las transferencias de capital a provincias casi a cero.
Los únicos dos gastos que cayeron nominalmente fueron las transferencias a las provincias con el 0,9% y los de capital con el 50% respecto de un año atrás. El resto fue licuación de partidas.
Fuente: Ámbito Financiero.