Lollapalooza: cien mil personas, calor, y los brillantes shows de Drake, Chano y Rosalía
En su octava edición, el festival tuvo un comienzo espectacular, con miles de personas que arribaron al Hipódromo de San Isidro a pesar de la jornada agobiante. El regreso de Tan Biónica fue la gran sorpresa.
La octava edición del Lollapalooza comenzó con una jornada multitudinaria, donde a pesar del intenso calor, se reunieron alrededor de cien mil personas que vibraron al ritmo de los números musicales de diferentes estilos.
El Hipódromo de San Isidro se vio colmado, y para paliar la altísima temperatura, la organización montó stands dedicados a proveer de agua a cada asistente.
En los cuatro grandes escenarios -bien separados entre sí- hubo actividad desde temprano: Nani fue la primera voz que sonó a las 12.15 al Flow y dio por iniciada la jornada. Hace poco fue elegida como soporte por Ricardo Montaner y la rockera LP. Aquí cantó temas propios y hasta sorprendió con una gran versión de (You make me feel like) A natural woman, un clásico de Carole King popularizado por Aretha Franklin.
Casi una hora después, Guillermo Beresñak abrió el escenario Alternativo con un potente show cuando ya estaban los primeros cientos de fans dando vueltas por el Hipódromo.
En el Escenario Flow se presentó la cantante An Espil. Su show se convirtió en el estreno formal de Tu vereda, su nuevo single. Se retiró ovacionada, poco antes de las 14 horas.
Tu veneno fue la canción de apertura del set de Silvestre y La Naranja en el Escenario Flow, mientras Paz Carrara hacía de las suyas, en simultáneo, en el Alternativo.
Suki Waterhouse, la novia de Robert Pattinson que fue visto paseando por Buenos Aires, fue cautivando de a poco a la gente con su pop y su personalidad multifacética: es modelo, actriz y cantante."¡Los amo!", exclamó. "He soñado con esto por años", dijo, feliz, en el medio de los primeros temas de su set.
Posteriormente Dante Spinetta, vestido de púrpura subió y arengó: "¡Todos con las manos en el aire...!" y así fue como entusiasmó de inmediato al público que soportó el incandescente sol de las cuatro de las tarde. Luego presentó a Trueno como “El dueño del rap en la Argentina”, y juntos interpretaron una explosiva versión de Sudaka, de Mesa dulce, su último trabajo.
Posteriormente fue el turno de Trueno, el rapero de La Boca tuvo -hasta esa hora- la mayor concurrencia del festival con alrededor de 50 mil personas. A poco de arrancar, enganchó a la multitud con “Y lo que quiero es que pises sin el suelo” de Catupecu Machu, para algarabía de todos, en un show que no tuvo respiro ni para él ni para el público.
La gran sorpresa de la noche
Chano subió al escenario Flow, en otra muestra de su casi milagrosa recuperación, y anunció: "Quédense porque viene algo histórico". Cantó algunas canciones y, a las 20.30, confirmó lo que todos sospechaban: iba a subir Tan Biónica al escenario, que "va a tocar en un estadio para una última noche mágica".
Y así se produjo el histórico retorno de la banda, que tocó sus hits "Ciudad mágica", "Ella tiene un look", y "La melodía de Dios", ante la euforia de la multitud.
La potencia y la magia de Rosalía
Poco después comenzó uno de los shows más esperados, el de la catalana Rosalía: con un vestido a cuadros y un sólo guante en su mano derecha. La cantante española de mostró al público su determinación con solvencia su carisma y una potencia avasalla.
Rosalía desplegó sus hits “Despechá”, “Saoko”, “La Fama”, “Bizcochito” en medio de una especie de desfile de videoselfies que llevaban adelante los bailarines. En esas coreografías para nada fáciles, la cantante captó la atención de la gran cantidad de fanáticos que tiene en la Argentina.
“El make up de ahora es no-make up. El glam actual es no glam”, expresó la cantante, mientras se sacaba el maquillaje de su cara y se tiraba agua en el pelo porque no soportaba el calor de Buenos Aires. Era ella, a cara lavada, con su música y su público. No necesitaba nada más para cautivarlo.
El cierre del viernes
Para el cierre del primer día del festival, llegaron Drake, Cigarettes After Sex y el DJ Armin Van Buuren. “Es mi primera vez acá y tengo ganas de cantar esta canción: ‘Muchaaaaaachoooooos’”, empezó a entonar Drake y en pocos segundos convirtió al público de Lollapalooza en la hinchada de la Selección Argentina.
El rap de baja intensidad del canadiense era lo más esperado del viernes. Desde la inicial “Sicko Mode" hasta el zapping por los hits que lo pusieron en la cima del mundo, como “God’s Plan”, “One Dance”, “In My Feelings” y “Hotline Bling”, Drake hizo lo propio sin descollar pero sin dejar de recorrer ni un centímetro del escenario y las pasarelas.
Se apoyó bastante en el público, cediéndole el micrófono para que hagan de Rihanna en “Work” o de Bad Bunny en “Mía”. Su show fue bajando de a poco, con un final algo antes de lo previsto.
Con información de Clarín; Infobae; TN