Mirá cómo se hizo “Matrimillas”, la nueva comedia de Netflix
Luisana Lopilato y Juan Minujín protagonizan un nuevo film que se estrenó recientemente en Netflix.
“Matrimillas” es una divertida historia romántica, dirigida por Sebastián De Caro. Juan y Luisana interpretan a una joven pareja con hijos en crisis que encuentra la solución perfecta para salvar su relación. Pero lo que empieza como un juego de sumar y restar millas, se sale de control.
La plataforma dio a conocer algunos datos curiosos sobre su realización:
Es la primera película dirigida por Sebastián De Caro que llega al streaming y a Netflix
Con numerosas realizaciones en el cine independiente y en televisión como actor, guionista y director, Matrimillas marca el debut de Sebastián dirigiendo para el streaming, con una propuesta divertida y renovada sobre el concepto de las matrimillas como premisa para debatir sobre cómo se gestionan los espacios en la dinámica de pareja, en busca de mayor libertad y de maximización del disfrute.
Disimular el embarazo de Luisana
Luisana Lopilato filmó la película embarazada de pocos meses, situación que obligó a rediseñar gran parte de su vestuario. El equipo descartó varias prendas porque el embarazo no estaba incorporado en la historia de la película y, en su lugar, optaron por atuendos y looks más adecuados para disimular la inminente pancita de la actriz.
La historia de amor a través de la música
Para lograr imprimir distintos colores en la forma de contar la historia entre Belén y Federico, los personajes de Luisana y Juan, el equipo diseñó una banda de sonido diversa en la que conviven lo orquestal, el jazz y la bossa nova. Se compusieron dos canciones especialmente para la película: el tema del inicio y el final, cantado por Kevin Johansen, y una bossa nova. Además, tras ver el gran resultado que generó la idea de usar la canción “Me haces tanto bien”, de Amistades Peligrosas, para generar una atmósfera sensual en la grabación de una escena, el equipo logró adquirir los derechos para sumarla a la película.
Siga el baile, siga el baile
La escena del baile entre Luisana Lopilato, Andrea Rincón y Paloma Contreras durante una fiesta en el bar de un rooftop fue resultado ciento por ciento de la improvisación. Dicha acción no estaba originalmente en el guion pero, tras filmarla y ver el divertido resultado, el equipo decidió incorporarla.
Sobre la construcción de la juguetería
La juguetería en la que trabaja el personaje de Luisana no existe sino que se construyó de cero en un local ubicado en el barrio de Palermo Soho, en la Ciudad de Buenos Aires. Llevó más de dos meses de trabajo entre diseño y armado y el resultado final fue tan realista que, entre toma y toma, muchas personas que pasaban por ese lugar se detuvieron frente a la vidriera mirando precios y hasta preguntaron para ingresar a comprar.
La producción, en números
- El guion llevó un año y medio de trabajo.
- Tres meses de preproducción, dos meses de rodaje y siete meses de post producción.
- 100 involucrados en la realización de la película.
- Se filmó en 20 locaciones y más de 30 sets diferentes.
- Se emplearon más de 300 conjuntos de vestuario
- Participaron más de 500 extras.