Por tercer mes consecutivo, la Cámara de Comercio de Córdoba (CCC) detectó una caída en las ventas minoristas en la provincia. A través del Observatorio Comercial, la entidad detectó una caída del 6,8 por ciento interanual durante julio, si se comparan unidades comercializadas. Cuando se compra la rentabilidad reportada, la caída es algo menor respecto a julio de 2023: 5,5 por ciento.

Según el relevamiento, el 65 por ciento de los comerciantes no cumplieron con las expectativas de ventas. El estudio se realiza en corredores comerciales de la ciudad y shoppings.

Si la comparación se realiza contra el mes anterior (junio 24) las caídas son algo más grandes todavía: 7 por ciento en unidades y 6 por ciento en rentabilidad. El reporte resalta el hecho de que se acumulan caídas de ventas por tercer mes consecutivo.

¿Qué dejaron de comprar los cordobeses?

Claramente, en épocas de ajuste en los bolsillos, se dejan de consumir elementos que se consideran “suntuarios” o “postergables”. 
Así las cosas el rubro que resultó más afectado fue librería seguido de electrónica-informática, con los comerciantes esperando a que aparezcan cuotas para que estos equipos ingresen en una ola de renovaciones. Le siguieron el rubro decoración-hogar y el cuarto rubro más afectado resultó el consumo de ferretería.

En el cálculo general, el ticket promedio fue de  $ 67.362. Con el lema “no hay plata” transformándose en el “leitmotiv” del año, el efectivo fue el método de pago menos utilizado. Cordobeses y cordobesas prefirieron pagar con medios electrónicos en primer lugar, con tarjetas de crédito como alternativa y con la de débito en tercer lugar.

Panorama similar en el país

Se conocieron en paralelo los datos que elabora la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) de Argentina, con sus indicadores para el mes de junio. La caída en el consumo de los hogares en Argentina en junio fue de 9,8% respecto al mismo mes del año pasado, el peor retroceso desde la pandemia, y del 3,3% contra mayo.

La explicación de estos retrocesos no puede menos que asociarse con la pérdida del poder adquisitivo, que se profundizó con la devaluación de diciembre. Según los indicadores de la CAC el primer semestre finalizó con un retroceso del 5,3% interanual de los salarios.

La CAC estimó un ingreso nominal promedio por hogar de $1.188.000 en junio último. Ese ingreso implica una caída de 21% en su poder de compra respecto a los niveles del año pasado, lo que obliga a las familias a recalcular sus gastos y ajustar el cinturón en todos los rubros, pero más en los que no son considerados esenciales.

Por eso no sorprende que haya continuado la tendencia negativa en la compra de indumentaria y recreación (pero en menor medida que el mes anterior), lo cual sostiene la idea de la reestructuración del gasto de las familias.