Un Peugeot 208 transformado en coche fúnebre
De Noetinger para el mundo. La empresa cordobesa Carrozados Rosano se especializa en alargar autos para crear a veces limusinas
En nuestro país, un Peugeot 208 fue transformado en coche fúnebre por una empresa que ha hecho una especialidad de este tipo de modificaciones basadas en vehículos compactos.
La empresa cordobesa Carrozados Rosano se especializa en alargar autos para crear a veces limusinas, a veces coches fúnebres. En el segundo caso, mientras muchos carroceros ponen la mira en modelos de alta gama para transformarlos, la firma con sede en Noetinger ofrece una solución más asequible partiendo de coches más modestos. Y su último logro se basa en un Peugeot 208 , un vehículo que no podía ser más inesperado para este uso.
La parte delantera del 208 en cuestión permaneció original; la ausencia de colmillos luminosos y la presencia de luces halógenas indican que salió de fábrica con un acabado de gama de entrada. En los pilares del parabrisas se inicia un ensanchamiento paulatino de la carrocería. La distancia entre ejes del Peugeot se ha alargado considerablemente, y sus puertas traseras se han eliminado para crear el compartimento destinado a recibir un ataúd. Por esta parte, también se ha aumentado la altura del coche. Un nuevo portón trasero de pendiente pronunciada conecta el techo con la popa, que incorpora las luces y el parachoques originales.
Se ha puesto cierto cuidado en garantizar la consistencia del diseño de este inusual coche fúnebre, comenzando por el grosor de los pilares centrales y el corte angular de las ventanas laterales traseras. El compartimiento inferior es más opulento de lo que sugiere la apariencia del automóvil, ya que está cubierto con cuero de napa a ambos lados de un pedestal de acero inoxidable.
No es la primera vez que Carrozados Rosano aborda el Peugeot 208, ya que la firma ya fabricó un coche fúnebre basado en la anterior generación del city car con el león.