Luego de la clausura de la procesadora de alimentos “Food Made”, que hace algunos días recibió una denuncia por trata de personas, su dueño se encargó de desmentir todo tipo de acusaciones al respecto. Admitió que había empleados en negro, pero negó la explotación laboral.

Juan Pablo Gerchunof, en comunicación con "Ponete al Día".

“Las condiciones eran normales. Había chicos en blanco y chicos que no estaban registrados correctamente. Todo el mundo tiene los sueldos al día, las vacaciones pagas, los aguinaldos, los horarios de descanso, los uniformes”. 

Juan Pablo Gerchunof se mostró afectado por las acusaciones recibidas: “Es un país que vive una realidad compleja, eso no me delega de las responsabilidades, pero esto que ha trascendido es gravísimo". “Yo estoy escrachado de por vida”. Lo cierto es que los propios empleados del lugar niegan las acusaciones.

Sostiene que no sabe por qué los agentes del Ministerio de Trabajo llegaron a inspeccionar el lugar en primera instancia. Negó haber escondido a los empleados al momento de la inspección, como así también la versión de que algunos de ellos vivían en una pieza precaria que se encontraba en la procesadora: “Eso no es cierto, no encontraron a nadie escondido”. “Es absolutamente falso. No podemos decir cualquier cosa”.

La versión de la trata habría tomado fuerza luego de que circule en los medios una foto en la que se podía observar a varias personas sentadas en una habitación oscura. El dueño sostiene que alguien, tal vez sin mala intención, apagó la luz, y en ese momento el sindicato tomó la imagen.

La foto que circuló en las redes.
La foto que circuló en las redes.

Respecto al posible denunciante, no tiene claro de quién puede tratarse. Prácticamente descarta la posibilidad de un resentimiento por parte de empleados anteriores que hayan sido despedidos por situaciones de robo: “Son cosas de todos los días, por alguien te roba un poco de carne, ni siquiera se hace la denuncia”. ”Para mí se les fue de las manos, y ahora hay que probarlo".