Alquilaron un club social en San Vicente, lo usaban para vender drogas y fueron condenados
Los dos sujetos realizaron mejoras en el lugar, pusieron una cancha de fútbol cinco y lo usaban como pantalla para venta de estupefacientes. Los detalles en la nota.
La justicia de Córdoba condenó a dos vecinos de la ciudad de Córdoba, al dar por probado que utilizaban un club social de barrio San Vicente como pantalla para vender drogas.
En el año 2011, uno de ellos, Gustavo Gabriel Gutiérrez, se hizo cargo de la explotación del Club Social y Biblioteca San Vicente Sud, mediante un contrato locación de servicios, lugar al que le realizó mejoras, puso una cancha de fútbol cinco y un buffet que explotaba con su familia y José Luis Alfano, aunque en realidad ambos lo usaron como pantalla para la comercialización de estupefacientes.
Tras las denuncias del caso, la justicia inició una investigación luego de la cual imputó a ambos y elevó la causa a juicio. Finalmente, el miércoles último, la Cámara Quinta del Crimen condenó a cuatro años y diez meses de prisión a Gutiérrez y a cuatro años y nueve meses de prisión a Alfano.
Ambos condenados fueron encontrados penalmente responsables por el delito de comercialización de estupefacientes y tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, agravadas por el lugar de comisión de los delitos.
El fiscal Marcelo Fenol, quien llevó adelante la acusación destacó que “las actividades de comercialización de estupefacientes se desarrollaban en el Club Social y Biblioteca San Vicente Sud, que había sido tomado de hecho por la familia de uno de los acusados”.
El funcionario judicial resaltó que el hecho motivó que se transmita la inquietud al tribunal “para ordenar a las áreas de Desarrollo Social y Deportes, tanto de la Municipalidad como de la Provincia, a que "tomen acciones para regularizar la situación de ese club”.
Fenol añadió que ese tipo de instituciones barriales, tienen una importancia central "para la inserción comunitaria, las tareas deportivas, educativas y de contención de las personas, sobre todo en sectores que pueden presentar mayores índices de vulnerabilidad".
Por su parte, Enrique Pérez Aragón, abogado de los condenados, aseguró que sus defendidos “reconocieron los hechos y tuvieron un comportamiento procesal adecuado”, aunque expresó que hubo atenuantes en la comisión de los delitos por el que se los acusaba.
Además, afirmó que el citado club, “está constituido regularmente en la Sociedad de Inspecciones Jurídicas”. La comisión directiva del club “hizo un contrato de locación de servicios y de locación del lugar con Gustavo Daniel Gutiérrez, cuya familia ejerce el comercio en la actualidad en forma lícita", expresó.
Pérez Aragón señaló que sus defendidos "no usurparon el lugar, estaban regularmente", aunque admitieron sus responsabilidades en lo referido a la venta de drogas, por lo que fueron finalmente condenados.