Aviones "rompetormentas" ¿mito o realidad?: la palabra de un científico
El experto de la UNC y el Conicet, Eldo Ávila, afirmó que efectivamente es posible cambiar el clima a través de este tipo de aeronaves, aunque dijo que es algo muy complejo y difícil de controlar.
La nota realizada por este medio sobre la denuncia de los productores del norte cordobés que cortaron, una vez más, la ruta 38 para pedir que dejen de pasar los aviones “rompetormentas” generó mucha repercusión y debate. Algunos consideran que se trata de un mito, otros entienden que es una realidad.
Eldo Ávila, experto en física de la atmósfera de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y del Conicet, afirmó que es factible intentar modificar el clima disparando químicos sobre las nubes, pero admitió que es algo muy riesgoso y difícil de hacer de manera controlada.
En esa línea, el especialista indicó a cba24n.com.ar, que si bien no está probado científicamente, existe la posibilidad de que, al intentar evitar la formación del granizo para proteger cultivos, los aviones “rompetormentas” afecten también la formación de nubes que ocasionan precipitaciones, por lo que la denuncia de los productores afectados no es descabellada.
“Sí es posible modificar el desarrollo de una nube o de un sistema de nubes. Eso se denomina ´modificación artificial del tiempo meteorológico´ y eso se logra haciendo una introducción de partículas desde fuera de la nube. Esencialmente lo que produce eso es un cambio en la concentración de las partículas que conforman las nubes en regiones muy localizadas que luego con el desarrollo de las nubes se van difundiendo a través de todas las regiones”, amplió Ávila a UNCiencia.
“La modificación artificial puede lograr la formación de lluvia -se utiliza para formar lluvia- y también se utiliza para inhibir la formación de granizo”, detalló el experto del Conicet.
En Argentina, Mendoza es la única provincia que admite oficialmente la utilización de esta técnica para proteger sus cultivos de las pedreas, aunque, como se dijo en la nota que originó este debate, ocurre en otras partes del país y del mundo, según los testimonios recabados.
Ávila subrayó que “la modificación artificial, si bien se puede realizar, pero eso no significa que sea algo controlado. Los sistemas de nubes, los sistemas de tormenta son altamente complejos. No están completamente bajo control. Por lo tanto la modificación de esos sistemas no necesariamente se produce de una manera controlada. Por eso que uno intente hacer modificación artificial, no significa que los objetivos son logrados todas las veces”, explicó el experto.
En esa línea, sostuvo que “cualquier modificación que yo haga, trae consecuencias importantes que necesitan ser evaluadas, porque la modificación que yo genero en el clima de una región, no sean contraproducentes. Por eso se necesita un estudio muy detallado de qué significa modificar el clima en una región”, dijo Ávila.
-¿Podría ser que los aviones tratan de generar lluvia y están fallando, y por eso la gente piensa que fueron enviados para lo contrario?
-Es un escenario más lógico, pero debería investigarse.
Mirá la publicación de UNCiencia:
El especialista en física de la atmósfera de la UNC señaló a este medio que sería importante que un fiscal actúe de oficio para investigar lo que sucede -o no- en las zonas mencionadas, como Córdoba, La Rioja, Catamarca y Mendoza, y que convoque a científicos expertos en el tema para saber a ciencia cierta qué es lo que está sucediendo con dichos aviones, concluyó Ávila.
¿Qué hacen los aviones “rompetormentas”?
Se trata de una práctica habitual que se lleva a cabo en distintos países, y también en Argentina, desde hace aproximadamente diez años, con el objetivo de proteger cultivos de la caída de granizo, pero sus consecuencias son impensadas, ya que producen una grave alteración del equilibrio ambiental y climático.
En Anquincila, Catamarca, el pueblo entero se reunió por primera vez en su historia en asamblea en 2014 para tratar el tema de la sequía.
Según explicaron los pobladores del lugar, cuando un grupo de nubes de aspecto tormentoso se acerca, lo intercepta una avioneta que a su paso disuelve no sólo la tormenta sino las esperanzas de todo el pueblo.
Cuando se detecta un frente de tormenta fuerte que puede llegar a generar granizo, avionetas equipadas se internan en al nube para dispararle con bombas de yoduro de plata, un componente químico, utilizado en fotografía y medicina, altamente tóxico, cancerígeno y peligroso para la salud humana.
En teoría, los químicos introducidos en el corazón de la nube y la onda expansiva provocan que los cristales de agua que transporta la nube se transformen en lluvia. El granizo que podría haber dañado a la producción frutihortícola, por ejemplo, de Mendoza desaparece.
Sin embargo, eso no es lo que sucede ni lo que denuncian los habitantes de las zonas afectadas. Las lluvias no se producen y se genera una gran sequía, perjudicando enormemente a ese sector.
Con información de primerafuente.com.ar; mendoza.gov.ar y fida.es