A los 85 años falleció Rubén Arroyo, reconocido abogado que dedicó gran parte de su carrera a la defensa de los Derechos Humanos en Argentina. Fue presidente honorario de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos de Córdoba (APDH Córdoba) y ex integrante de la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (CONADEP).

Arroyo era oriundo de Mar Del Plata y llegó a la ciudad para estudiar la carrera de Medicina, aunque después eligiera el derecho como profesión. Durante más de 45 años ejerció la abogacía y también fue docente en la Facultad de Derecho de la UNC

Luego de iniciada la dictadura cívico militar del Proceso de Reorganización Nacional, Rubén Arroyo siguió en su defensa de las víctimas del terrorismo de Estado. 

En septiembre de 1979, durante la visita al país de observadores de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA, fue de los abogados que presentó testimonios sobre lo que sucedía en Córdoba bajo el mando del genocida Luciano Benjamín Menéndez, jefe del Tercer Cuerpo de Ejército.

Arroyo comenzó su militancia en favor de los derechos humanos y contra las dictaduras en la década del 60, cuando el general Juan Carlos Onganía derrocó al presidente Arturo Illia en 1966. En esos años, como abogado del sindicato de Luz y Fuerza, trabó amistad con Agustín Tosco, hasta su muerte en la clandestinidad y perseguido por la Triple A, en noviembre de 1975.

Pancho Delgado, Luis Reinaudi y Rubén Arroyo (a la derecha), abogados defensores de Derechos Humanos. Foto: Silvia Kenis / Facebook.

Con el regreso a la democracia

También tuvo una activa participación en la Convención de 1994, que reformó la Constitución Nacional.

Ya en 2006, Arroyo y un grupo de abogados presentó una denuncia ante la fiscal federal Graciela López de Filoñuk para que investigue por genocidio a los integrantes del Comando Libertadores de América. 

“Los hechos aberrantes que denunciamos, de ninguna manera pueden ser tratados como excesos o hechos aislados, son delitos de lesa humanidad que componen la figura del genocidio”, señaló Rubén Arroyo al fundamentar la denuncia.

En 2020, cuando la Policía de Córdoba asesinó a Blas Correas, siguió de cerca el caso y orientó a la familia de la víctima para evitar que el Estado entorpeciera la investigación.

Hace casi una década, en 2014, Rubén Arroyo dio impulso a la reorganización de la APDH Córdoba. “Hoy lo despedimos con dolor, pero con el orgullo de haber compartido el camino por Memora, Verdad y Justicia y para que Nunca Más el autoritarismo y el terrorismo de Estado imperen en nuestro país”, señalaron desde la asamblea.