Graciela Mercado es una de las númerosas víctimas de los "sanadores egipcios", una especie de secta que ofrecía falsos cursos y terapias de sanación a través de la "Fundación Seshen".

Actualmente, hay unos 11 imputados detenidos por asociación ilícita, estafas reiteradas y ejercicio ilegal de la profesión de la psicología. Álvaro Juan Aparicio Díaz es el líder de la secta y se denominaba como Licenciado Ahú Sari Merek. Su hijo y esposa también fueron estrechos cómplices de la estafa.

Graciela contó cómo fue coptada por la estafa y gastó miles de dólares en falsas terapias, cursos y un viaje a Egipto.

El inicio

"(Álvaro Juan Aparicio Díaz) Era muy convincente. Yo estaba bastante mal y tenía un problema personal", contó la mujer en Radio Universidad.

Graciela entró en contacto con los sanadores egipcios en 2014. Fue alumna por 7 años y también hizo terapia por 5 años. La mujer fue creyente de los sanadores incluso después de que Díaz haya sido detenido por las estafas.

Graciela Mercado - Sanadores Egipcios - Alta Mañana by cba24n.com.ar

"Ofrecían un curso de seis niveles. Yo en ese momento también hacía otros cursos holísticos. Los cursos consistía en meditación. Me parecía todo tan agradable, tan normal", describió Graciela.

Y agregó: "Eran muy generosos. Las clases las daba Aparicio, la esposa y el hijo. Parecían una familia ideal".

Según cuenta Graciela, los cursos consistían en reconocer que cada uno estaba enfermo y que necesitaban sanar. De esta manera, los sanadores le ofrecían como solución las "terapias psicológicas", clases extras, posgrados y viajes.

Terapia

Graciela recordó que después de la detención de Díaz se enteró que él ni siquiera era un psicólogo matriculado.

"Empecé la terapia como él. Recibiendo indicaciones por Facebook de su esposa", afirmó.

A través de la terapia, los sanadores iniciaban su manipulación. "Él se hacía pasar por vidente. Yo le comentaba que tenía un familiar enfermo y él me decía que le iba a "aplicar" a distancia. Como él acertaba al supuesto diagnóstico, yo confié", explicó.

"Te decía que iba a haber sismos en tal país y tal país. Que iba a ocurrir esto y que iba a ocurrir aquello. Cuando ocurría, realmente creías", agregó.

Las "aplicaciones" eran "transferencias de energía desde las pirámides de Egipto" que hacía el estafador para lograr un objetivo determinado: conseguir trabajo, curarse de una enfermedad, etc.

Foto: MPF

"A medida que iba confiando más, le creía todo. Naturalicé que cada vez que me iba bien a mí era gracias a él", expresó Graciela.

La manipulación estaba en todos los aspectos de los cursos y la terapia. Los estudiantes debían saludar de una forma determinada a los "maestros" y en orden: primero Aparicio, luego su esposa y su hijo.

Los "maestros" le decían a sus alumnos  que estaban en el mejor lugar posible y que Díaz tenía comunicación con los dioses.

"También nos decían de no divulgar el conocimiento", remarcó.

Y agregó: "También nos prohibió hablar entre nosotros (los alumnos). En la terapia, te criticaba a los compañeros y las compañeras para crear esa desconfianza".

Dinero por bendiciones

Las víctimas aportaban una enorma cantidad de dinero para las diversas actividades de los sanadores. En la causa, por ejemplo, nombran a un damnificado que gastó al menos 460 mil pesos y unos 7 mil dólares en falsos cursos y terapias de sanación

"Tuve una discusión con mi hermano por el tema económico porque invertí mucho. Uno de los posgrados era ir a Egipto. Me costó muchísimo poder pagarlo y ahí tuve discusiones con él y me planteó: ¿por qué invertía tanta plata?", expresó.

Foto: Facebook

En Egipto, Graciela gastó cerca de 2 mil dólares en las clases que brindaba el "Licenciado". Por bendecir una cadena, un familiar o "transferir energías desde las piramides de Egipto hacia Argentina", los sanadores cobraban unos 500 dólares.

Ahú Sari Merek también vendía "videncias" y "lectura de vidas pasadas".

Se cae el velo

En marzo de 2021 y tras varias denuncias e investigaciones, la Justicia desbarató la banda y detuvo a 8 personas. La fiscal de Villa Cura Brochero, Analía Gallaratto, aseguró que hay "varios damnificados en diferentes puntos de la provincia y del país" y que la secta funcionaba en Cura Brochero, Mina Clavero, en Córdoba y en Huinca Renancó.

En los allanamientos, se secuestraron grandes sumas de dinero (nacional y extranjero) automotores, aparatos informáticos, documentación relacionada con la investigación y armas de fuego con un arsenal de municiones.

En un principio, Graciela no creyó en las noticias que le mandaban sus amistades. El sanador la llamó y le dijo que era todo un malentendido y que necesitaba que ella le llevara algunos elementos de higiene y comida a la cárcel donde estaba detenido.

Graciela se dio cuenta que había sido víctima de una estafa cuando leyó el expediente judicial y se dio cuenta que los sanadores usaron el mismo discurso para otras estafas diferentes.

"Fue shockeante. Fue una contradicción, muy traumático, fue una mezcla de no creer en la realidad que estaba viviendo, una confusión, miedo, culpa. Varios sentimientos a la vez", dijo.

Manipuladas

Con el avance de la causa, 11 personas terminaron detenidas e imputadas. Las investigaciones y pericias avanzaron lo suficiente para dar inicio a un juicio.

Sin embargo, Graciela afirmó que gran parte de las imputadas no fueron cómplices de los sanadores sino que fueron víctimas. "Son víctimas porque confiaron ciegamente como todos y  habían naturalizado cada indicación, cada orden, todo", remarcó.

Sanadores egipcios: desde la cárcel, una imputada acusa al líder de esclavizarla

"Este hombre entre tantas cosas nos enseñó fue rechazar a los psicólogos. Nos decía que cuando llegara el fin del mundo todo esos títulos universitarios que pudieramos tener no iban a tener validez. Solamente iba a valer lo que nosotros habíamos aprendido porque con eso íbamos a poder sobrevivir", afirmó.