Fue apropiada y halló a sus padres a los 43 años: "No bajen los brazos"
Lourdes Icoff cuenta su historia. Nació en Buenos Aires, fue arrancada del brazo de su madre y pasó su vida en Córdoba. Hoy, desde Entre Ríos disfruta del "familión" con el que se encontró.
Desde su adolescencia y con la ayuda de su cuñado que Lourdes Icoff tuvo la sensación de que se acercaba a sus padres biológicos. Sabía que había sido "adoptada" pero a su historia le faltaba una parte.
Después de tres décadas de búsqueda, recién a sus 43 años pudo conocer a Nélida Soria y Juan Rudis Correa. A ella se la arrancaron de los brazos en un operativo ilegal que realizó un grupo de militares en la pensión del barrio porteño de Once, donde vivían. Era 1978.
Uruguayos de nacimiento, fueron obligados a volver al país vecino y, cuando regresaron en la búsqueda de la pequeña, sólo encontraron mentiras y datos falsos.
Ver: Vive en Córdoba, había sido apropiada y encontró a sus padres biológicos
Ambas historias se cruzaron en los últimos días. ¿El lugar? Colón, la localidad entrerriana ubicada a la vera del río Uruguay, donde los Correa Soria viven desde hace un tiempo.
Lourdes pasa las horas conociendo a los integrantes de "su familión", disfrutando momentos y recordando todo el agua que corrió en las tres últimas décadas.
Además de sus padres tiene cuatro hermanos, sobrinos, tías, primas y hasta un sobrino nieto.
El viaje realizado en colectivo junto a sus cinco hijos no será sencillo de olvidar: "La sensación es inexplicable, muy fuerte... rara".
En diálogo con el programa Mirá Quien Habla sentenció: "Yo me iba a llamar Sofía, como mi mamá, ella es Sofía Nélida. Y en este momento estoy con ella acá... está chocha, feliz, no quiere que me vuelva. Hoy tiene 81 años".
Una vida buscando
Los recuerdos de Lourdes son siempre en Córdoba. Primero en la capital y desde hace más de dos décadas viviendo en Unquillo.
Y no quiere dejar de decir que "hay un montón de gente que está como yo". Y a ellos les recomienda que "no bajen los brazos, porque el momento llega... sea la historia que fuese".
En la entrevista realizada en FM 102.3 contó que su cuñado fue quien la ayudó desde la adolescencia. "Con él fuimos a Buenos Aires, al hospital Ramos Mejía, donde pidió la partida de nacimiento. Pero el nombre de mi mamá estaba en el acta únicamente. Nos enteramos que era de Uruguay: él tenía algo de plata ahorrada y viajamos para allá. Hicimos notas en televisión y hasta fuimos a Interpol", narró.
En medio de ese recorrido armó su vida en tierras cordobesas hasta que ingresó a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI), hace algunos años: "Yo hablaba con mi hermana Sandra y le decía que si ellos hubieran ido antes, seguro nos encontrábamos. Ellos fueron hace cuatro meses pero me habían estado buscando por su cuenta".
La reconstrucción
Creció con la historia de su padre adoptivo, quien le decía que "él había estado en Campo de Mayo, en una pensión y que mis papás biológicos querían pasar para Uruguay, pero estaban indocumentados y me entregaron".
Hoy sabe que "no fue así", sino que "me arrebataron".
Y concluye: "Cuando ellos volvieron a buscarme les dieron datos falsos o le mencionaron un lugar que no existía. Desde ahí nos separamos y no sabían por dónde estaba yo. Hasta ahora".
En el medio, fue clave el nexo de los Correa Soria con un vendedor de pochoclos de Colón, Mariano Landeira, quien los instó a recurrir a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y realizarse el análisis para el Banco Nacional de Datos Genéticos.
El mismo busca a sus padres biológicos.