Incendios: una mirada sobre el déficit habitacional y los proyectos inmobiliarios
El géografo Joaquín Deón aporta datos, referencias y lugares donde el paso de las llamas generó daños irreparables en Córdoba.
“El cambio de uso de suelo se está produciendo en Córdoba, más allá de que las leyes lo prohíben y las autoridades las cumplen”.
La frase retumba cuando algunas llamas aún restan apagar en la provincia.
La remarcó el geógrafo Joaquín Deón, que como integrante de la Coordinadora por el Medio ambiente de Sierras Chicas enfrentó algún que otro foco de incendio.
Con detalles que revisó e indagó a partir del Repositorio Digital de la Universidad Nacional de Córdoba o el Instituto Bullrich, remarcó violaciones a la Ley de Ordenamiento Territorial para la protección de Bosque Nativo en tierras cordobesas.
Hizo un repaso de cuestiones que dejó el fuego, por caso con Longes de pesca en El Durazno; “o el caso Yacanto, donde después de los incendios en zonas rojas hubo fraccionamientos y autorizaciones a edificar en el ingreso a la localidad”.
Sumó casos de Alta Gracia, Anisacate, José de la Quintana o el proyecto (con audiencia pública incluida) en la ampliación de La Estanzuela.
La comparación de imágenes históricas es contundente: “Se genera un incendio intencional o se quemó por algún motivo. El valor de la tierra de esos inmuebles baja en los meses posteriores. Hay especulación grande de compra, subdivisión y, hasta dos años después del incendio, quedan sujetos a proyectos mineros varios, inmobiliarios, complejos de cabaña, lodges de pesca”.