La ley del más fuerte en los barrios de Córdoba: los asaltantes se defienden
En barrio Manantiales del Norte, los vecinos capturaron a un ladrón, pero una banda armada con machetes lo rescató. La policía fue alertada de esta situación, pero nunca llegó para hacerse cargo del prisionero.
Los hechos de inseguridad se suceden en Córdoba, como en el país.
Faltan datos pero sobran episodios. Escenas que se reiteran, cámaras que captan situaciones dramáticas y personas, vecinos y vecinas, gente de a pié, protagonizando incidentes como víctimas, casi siempre indefensas.
Este episodio tiene una característica inusual: los ladrones organizaron su defensa, rescatando a un joven que había sido detenido por los vecinos ante la absoluta inacción policial, a pesar de los insistentes llamados de auxilio.
El incidente
En horas de la tarde noche de este jueves, en barrio Manantiales del Norte, un barrio tranquilo, a la altura del 5900 del Boulevard Los Alemanes, dos muchachos atacaron a una vecina.
"La chica venía caminando y aparecen dos muchachitos que le arrebataron una bolsa, el celular y la maltrataron" contó Eduardo, uno de los vecinos del barrio a Cba24n.
“Los vecinos reaccionaron, se produjo un forcejeo en el que uno de los ladrones escapó, y al otro lo alcanzaron para retenerlo contra el suelo. Inmediatamente los vecinos llamaron a la Policía”, continúa el relato.
El contacto con la policía se realizó por un grupo de WhatsApp. Reiteradas veces los vecinos pidieron la presencia de un móvil policial y siempre recibieron la repuesta estándar: “Los móviles ya están en conocimiento y están yendo a la zona”.
Cuarenta minutos después de la espontánea captura seguía sin arribar ninguna autoridad, una moto, un móvil, un policía de a pié.
Seguramente avisados por el que había huído, llegó entonces un grupo de once hombres, armados con palos y machetes para liberarlo.
Eduardo contó que “de aquel lado vinieron 11, como un equipo de fútbol, pero vestidos de barra bravas, con palos y machetes, a rescatar al que tenían los vecinos contra el piso. Una pelea desigual, 11 tipos dispuestos a cualquier cosa, con la decisión de rescatar al cómplice de cualquier manera. Y los vecinos eligieron no confrontar y retirarse, soportando además los insultos, las piedras y las amenazas”.
“Cuando se retiraban, alzaban en andas al rescatado, lo festejaban como un gol en un mundial” fue la imagen que nos dejó el vecino para describir la impotencia de los vecinos y el contraste con el jolgorio de la barra.
Eduardo cuenta además que durante el forcejeo, los asaltantes perdieron dos armas que luego fueron secuestradas por los efectivos policiales que llegaron cuando ya nada podía hacerse. Los efectivos dicen que son réplicas, los vecinos no nos vamos a poner a verificar si andan o no andan; que sean réplicas quiere decir que no son originales, no que no disparen".
El testimonio de Eduardo se cierra con una reflexión: "La gente dice, me robaron pero no me hicieron nada", la cabal muestra de que la gente ya no espera que no le roben; solo espera seguir sana.