La última cena de Nora Dalmasso: declaran las últimas personas que la vieron con vida
Dos amigas y la cuñada, con quienes la víctima estuvo el viernes, antes de ser asesinada, fueron llamadas a declarar este martes.
Llovía en Río Cuarto esa noche del 24 de noviembre de 2006. Sin embargo, las mujeres decidieron seguir adelante con su plan: cenar en el resto bar “Alvear”, en el centro de la ciudad.
Nora eligió un jean y una remera verde, se maquilló y partió en su auto rumbo al encuentro. Antes pasó por una galería de arte, invitada por su cuñada Silvia Susana Macarrón.
Cuando llegó al bar, le dijeron que la reserva había sido cancelada. Ninguna de las amigas admitió haber llamado para dar de baja el encuentro.
¿Entonces, quién?
Aún no se devela el misterio, que para el fiscal de instrucción, es uno de los indicios de un plan criminal. Cita en la investigación que Nora le comunicó a su marido por teléfono a las 18:47 del programa para esa noche y que más tarde, 19:12 alguien llamó al bar para cancelar la reserva. “Es razonable inferir que tal cambio de planes intentó volver al curso de la planificación del crimen”, sostiene Luis Pizarro.
Unas horas antes, el viernes al mediodía, Paula Fitte casada con Daniel Ruiz (amigo de Macarrón, que estaba con él en Punta del Este) encontró al dueño del restó Alvear en la calle y le reservó una mesa para las 22.
Más tarde, pasó por la casa de su amiga Nora y ante su ausencia (Nora ese día almorzó en casa de su mamá y su papá) le entregó una nota a la empleada doméstica Carina Flores, que decía: “Nori esta noche está reservado para ir a comer a Alvear, llámame para confirmar tu presencia, que no decaiga, Polly”.
El papel quedó sobre la mesa del comedor diario, y quien mató a Nora seguramente lo leyó, porque permaneció allí hasta que llegaron los investigadores.
Una vez en el bar y como había mesas disponibles, las acomodaron a Silvana Masoero, Rosario Marquez, Paula Fitte de Ruiz, María Marta Carranza, Graciela Bonino y Amelia Luro de Molinuevo. Las amigas comieron, bebieron, se rieron y antes de irse a dormir, fueron a la casa de Rosario Márquez en Villa Golf para tomar un champán y fumar algún cigarrillo más.
Esa noche, en la sede del Club había una fiesta.
Según trascendió esta semana, durante el testimonio del primo Jorge Grassi en el juicio, un mes posterior al crimen, en la empresa familiar recibieron una nota que decía: “Nora entró al casamiento, dio unas vueltas y se fue”.
Las amigas no convalidaron la versión pero sí dijeron que fue la última en llegar a lo de Márquez, y que estacionó en sentido contrario al resto.
Poco antes de las tres de la madrugada la cita llegó a su fin. Afuera llovía y las calles estaban embarradas.
Nora volvió a su casa y mientras ingresaba el auto, su amiga Polly le tocó bocina y ella le respondió con otro bocinazo.
Fue la última vez que la vieron con vida. En el interior de su casa, había alguien esperándola para matarla.
Este martes, en el juicio contra Marcelo Macarrón, fueron llamadas a declarar Paula Fitte, Rosario Márquez y Silvia Macarrón, además del empresario Guillermo Lenti, que deberá contar lo que vio en la casa de Rohrer el día que fue a darle “las condolencias”.