Ley de Trabajo Sexual: a veinte años de una demanda histórica
El asesinato de Sofía Bravo en La Carlota vuelve a despertar un pedido por la seguridad de las trabajadoras sexuales. Desde el sindicato que las agrupa, hacen visible su reclamo por una ley que regule su actividad y mejore su calidad de vida.
Continúa la investigación para esclarecer el transfemicidio de Sofía Bravo, quien se desempeñaba como trabajadora sexual en La Carlota. Por su muerte hay un detenido, que ya fue detenido e imputado por homicidio agravado por género.
Blanca Mendoza, titular del Sindicato de Trabajadoras Sexuales de Argentina en Córdoba, dialogó con Es Por Acá en Radio Universidad acerca de la realidad que afecta a este colectivo y su histórico pedido por una ley que reconozca y regule su actividad laboral.
“Nosotras decidimos ser trabajadoras sexuales y somos parte de la clase trabajadora, existimos en este país y en el mundo entero. Somos mayores, decidimos y elegimos a hacer esta actividad. En algunos casos llegamos por necesidad, como cualquier trabajador”, sostuvo la secretaria gremial.
Mendoza diferenció el trabajo sexual de la trata de personas, siendo esta última tipificada como delito en el Código Penal de la Nación. Agregó en este sentido, que en varias oportunidades desde AMMAR se han realizado denuncias para visibilizar aquellos lugares donde hay explotación, incluso “poniendo en riesgo nuestras propias vidas”.
“Se necesita un debate en el que seamos parte, en el que nos llamen. No queremos que los demás hablen por nosotras, porque somos quienes lo vivimos. Y somos nosotras quienes históricamente hemos sido y seguimos siendo marginadas", manifestó acerca de un posible debate por la ley de trabajo sexual.
"Seguimos viviendo en la clandestinidad por una sociedad machista y moralista que nos sigue juzgando”, afirmó.
Acerca de la situación en Córdoba y en el resto del país, aseguró: “Hoy trabajamos en la clandestinidad, donde tenemos que escondernos y prever un montón de peligro, hablamos desde los robos hasta los asesinatos. Tenemos que lamentar y decidir que en menos de un mes tenemos dos compañeras asesinadas por ejercer el trabajo sexual”.
“Nuestras vidas valen e importan también. Nos queremos vivas, porque antes de mujeres somos hijas, madres, y hermanas, después viene nuestro trabajo. Pero hay una doble moral cuando vamos a denunciar por ser trabajadoras sexuales. Basta, somos mujeres”, afirmó la titular de AMMAR en Córdoba.
Finalmente, sobre la muerte de Anahí Bulnes y Sofía Bravo, expresó: “A nosotras nos toca en el alma, nos toca en el corazón porque son nuestras hermanas”.