Se suicidó tras ser abusada por su padre: confirmaron la condena perpetua para el agresor
Este lunes el fiscal Antuña realizó su alegato y había solicitado condena perpetua para el agresor, imputado por abusos sexuales reiterados. El veredicto del tribunal se conoció pasadas las 15.
Un hombre procesado por abusar sexualmente de su hija durante varios años fue condenado a prisión perpetua por la Justicia de Córdoba. Esta era la pena que pidió el fiscal de la causa en su alegato este lunes. La víctima sufrió violencia sexual durante gran parte de su vida y tomó la decisión de acabar con su vida.
Según indicaron fuentes judiciales, la joven había sufrido abusos reiterados por un período de al menos once años, y se supone que su hermano y esposa de su agresor estaban al tanto de lo que ocurría.
En este sentido, la Justicia entendió que ella tomó la decisión de terminar con su vida producto de las reiteradas violencias ejercidas por parte de su padre. Por este motivo es que su agresor enfrentaba los delitos de homicidio agravado por abuso sexual y se confirmó la condena a prisión perpetua.
El juicio contó con jurados populares y este lunes el fiscal a cargo de la causa, Carlos Mariano Antuña, emitió su alegato solicitando una pena de prisión perpetua. Lo hizo en la Cámara 12 del Crimen donde se desarrolló el juicio.
“Además de los abusos reiterados, él viene acusado también de la muerte de su hija. Ya que producto de los reiterados abusos crónicos y terribles se produjo un deterioro tal que la única vía de escape que encontró la víctima para salir de esa situación fue quitarse la vida”, había dicho el fiscal de la causa a Radio Universidad.
Antuña subrayó así que el abusador debía responder “no solamente por los abusos sexuales sino también por la muerte de la joven”. Que también estaba acusado por el delito de “promoción de la corrupción” de su hijo menor, a quien habría coaccionado para que no contara lo ocurrido.
Importa destacar que las peritos a cargo de la causa reafirmaron que el acusado se encontraba “perfectamente consciente” de sus acciones, por lo que se descartaba la posibilidad de declaración de inimputabilidad.
“Él es consciente de lo que hizo todo estos años y pretendió mostrarse como alguien que no entendía qué pasaba, por ahí lloraba, hacía gestos y caras intentando confundir al jurado, algo que ya he dejado asentado”, finalizó Antuña.