Un gran pez oriental de color anaranjado sorprendió en el Dique La Quebrada
El ejemplar fue visto hace pocos días en Río Ceballos atrapando la mirada de los presentes. Aunque se manejan distintas teorías sobre la población de estos peces en el lugar, aseguran que en general fueron arrojados por particulares y admiten que no es la primera vez que se los puede ver.
Un avistamiento poco frecuente despertó un dato del Dique La Quebrada, en Río Ceballos, que quizás no todos conozcamos: en el lago habita una población de carpas koi, un pez de importante tamaño y llamativos colores anaranjados.
En rigor, no es una especie tan extraña, si se considera que es muy utilizada para ornamentar estanques particulares e incluso es uno de los atractivos más frecuentes en las lagunas del Jardín Japonés en Buenos Aires.
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Sin embargo, tal vez no sea frecuente poderlas ver en este lago. Esta vez, apareció y “desfiló” por la superficie en la zona conocida como Pozo Verde, que es el extremo sudoeste del espejo de agua, justo donde ingresa el cauce del río Los Hornillos.
Fuentes de la Secretaría de Ambiente de la Provincia y de la propia cooperativa del agua de Río Ceballos reconocieron la presencia de estos ejemplares en el lugar, aunque descartaron que estos estén asociados a siembras planificadas.
Por el contrario, en general, estas y otras especies exóticas han sido paulatinamente arrojadas por particulares, que los desechan o se desprenden de ellos, una práctica desaconsejada por sus efectos en el equilibrio de nuestros ecosistemas.
Hay antecedentes de la presencia de estos animales también en el Dique San Roque y en el Río San Antonio y, pese a sus rasgos llamativos, no se trata de una especie protegida, pues es exótica y poco aporta al ambiente local, destacan los especialistas.
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Las carpas koi en el Dique La Quebrada
Fuentes de la Cooperativa de Agua de Río Ceballos reconocieron la presencia de estas carpas en el Dique La Quebrada. “Hay carpas grandes incluso de ese color naranja que se pueden ver a veces desde arriba, depende cómo esté el lago y si hay sol”, destacó a cba24n.com.ar Gerardo Lado, miembro de ese organismo.
Incluso, Lado admitió que se han conocido circunstancias en las que estas han sido “sacadas” por algunos pescadores. Tal es el caso de Fabián Gómez, vecino y comerciante del lugar, que se dedica a la pesca y contó su experiencia.
Fabián contó a este medio sobre la presencia de estos peces en el lago e incluso dijo haber pescado uno en una oportunidad. “Una sola vez me tocó pescar una, pero los pescadores la devolvemos al agua, son muy bonitas”, expresó. “Llegan a pesar entre 15 y 18 kilogramos y miden hasta 1,10 o 1,20 metros de largo”, destacó.
Por su parte, el periodista e histórico vecino de Río Ceballos Juan Valor, contó que “estos peces están en el lago, e incluso se los ha pescado y tienen un tamaño muy grande”.
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Una población no recomendada
Pese a lo llamativo y colorido de su aspecto, su presencia no es muy bien vista desde la mirada ambiental. Por ello, cuando se han planificado oficialmente siembras de peces, generalmente han sido de pejerreyes, pero no han sido considerados este tipo de ejemplares.
“Estas carpas en general son arrojadas por particulares, que las compran y luego las tiran, o crecen de gran tamaño y ya no las pueden tener”, estimó el biólogo Ricardo Suárez, además vecino de la zona, en diálogo con cba24n.com.ar.
El especialista advirtió que “estas carpas no sirven para limpiar el agua, no tienen ninguna función útil para el lago”. En ese sentido, admitió que “están en muchos lugares donde se escapan de estanques donde las producen o la gente las deja en ríos o lagos”.
En ese marco, recordó que en 2022 hubo un pescador que capturó una en el Río San Antonio y que luego la devolvió al agua.
Sin embargo, insistió en que “la presencia de estos peces le quitan espacio y alimentos a las especies nativas” que son las que aportan al equilibrio de nuestro ambiente, con lo que consideró como negativa la población de estas carpas en La Quebrada.
La Carpa Koi, su origen y la leyenda que las rodea
Según se detalla en el sitio Web del bioparque Temaikén, poseen una distribución desde Europa a Asia, en las cuencas de los ríos que desembocan en el mar Negro, Caspio y Mar de Aral. Sin embargo, fue introducida en todo el mundo siendo cultivada con propósitos ornamentales, para consumo humano o pesca deportiva. Habita en lagos, embalses y ríos de aguas cálidas y poco profundas con bastante vegetación.
Poseen un cuerpo alargado y algo comprimido. Podemos observar labios gruesos, dos pares de barbillas por debajo de la boca y dientes.
Se han registrado animales con un máximo de 120 cm de largo y pesar unos 40 kg en los casos más excepcionales.
Las carpas son omnívoras. Su dieta está compuesta por gusanos, moluscos, insectos, zooplancton, tallos, hojas, semillas y plantas acuáticas en descomposición.
Estos animales son principalmente habitantes de los fondos de los ambientes donde habita y pueden llegar a vivir unos 50 años aproximadamente en casos extremos.
Por otra parte, la leyenda dice que este pez representa la fortaleza, la valentía, la suerte, la paciencia y la longevidad. Verlo es siempre una experiencia diferente.