Un estudiante estadounidense sufrió uno de los peores accidentes que puede padecer un garrochista durante un salto y tuvo que ser trasladado de inmediato al hospital.

Afortunadamente, su padre estaba allí para subirlo al auto y que llegue de inmediato a manos de los doctores.

Zach McWhorter, de 21 años, estaba practicando cuando en un salto la garrocha se le clavó en la entrepierna, lo que provocó una herida en el pene que le rasgó el escroto.

McWhorter contó lo que sucedió: “Pude ver directamente a través de mi escroto”. Allí reveló que su padre y entrenador es también urólogo, por lo que comprendió la gravedad de la situación y lo dirigió a un hospital: “Inmediatamente después del incidente, nos subimos al automóvil y condujimos al hospital y él me cosió”.

“Afortunadamente, hasta donde sé, mis testículos no tienen nada de malo, solo una cicatriz. Un día, descubriremos si funcionan o no”, bromeó ya sin dolor en la zona.

El estudiante de la Universidad Brigham Young de Utah, Estados Unidos, sufrió 18 puntos de sutura en la zona baja pero aseguró que eso no lo detendrá y que seguirá entrenando para poder mejorar su salto con garrocha.