No estaba en la lista original, así como había sucedido en la Copa América. Pero luego fue convocado.

Paulo Dybala tuvo una satisfactoria noche en el estadio Monumental en su vuelta a la Selección argentina.

A los 30 años y con la mítica “10” en la espalda, entró cuando el partido con Chile aún no estaba asegurado (1-0) y con un gol suyo lo terminó convirtiendo en goleada.

El jugador de la Roma tuvo sus vaivenes con la camiseta nacional, y percibe que puede dar más.

Por eso decidió continuar.

Y sus apariciones en la cancha de River dejan en claro sus ganas.

Antes del final, su desahogo se hizo completo con ese zurdazo bajo que estampó el 3-0.

A la salida, aclaró que quiere continuar aportando al equipo de Lionel Scaloni y espera que, buenas actuaciones mediante, pueda seguir sumando minutos.

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